El fotógrafo canadiense François Brunelle es el encargado de crear esta asombrosa serie llamada I’m not a look-alike cuyo propósito fue encontrar a personas desconocidas entre sí, pero que guardan un fuerte parecido.
El proyecto, casi imposible, tenía como objetivo encontrar 200 personas iguales entre sí. El resultado es asombroso ya que los retratados son de distintas partes del mundo.
Brunelle aclara que para su exposición y libro no buscó gente parecida a famosos.
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