La subasta de objetos prehispánicos organizada por la casa Christie’s se llevó a cabo este miércoles a pesar de las exhortaciones del gobierno mexicano para detenerla, el episodio más reciente de la infructuosa batalla que libra México por frenar este tipo de ventas.
La filial de Christie’s en París subastó 72 esculturas y estatuillas de las culturas maya y olmeca a pesar de que México aseguró que estos objetos eran tesoros nacionales y parte de su herencia cultural, otros 15 artículos no se lograron vender.
Un artefacto de piedra de la cultura maya, conocido tradicionalmente como un “hacha” debido a su forma, se subastó en 692 mil euros, equivalentes a más de 16 millones de pesos. El catálogo de Christie’s describía el objeto como una “escultura tallada de un dignatario barbado con la cabeza pronunciadamente hacia atrás y luchando con una serpiente de cascabel sinuosa y mítica”.
El gobierno mexicano aseguró que una docena de los objetos subastados eran falsos, pero la mayoría se vendieron de todas formas.
Las autoridades mexicanas habían exigido a Christie’s que suspendiera la subasta, la cual incluía artefactos de los taíno y otras culturas, e iniciaron una campaña en redes sociales con el hashtag “Mi Patrimonio No Se Vende”.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México indicó que la mayoría de los objetos en la subasta llegaron al mercado en actos ilícitos y que “este tipo de acciones atenta contra la cultura, no solo de los pueblos a los que pertenecieron, sino en contra del conocimiento de la historia de la humanidad y sus culturas”.
Oficios y exhortos sin ningún efecto
Leonardo López Luján, quien ha supervisado excavaciones en el Templo Mayor de la Ciudad de México, tuiteó que es “un cuento de nunca acabar”.
“Está bien probado que el viejo y recurrente método de mandar oficios y exhortos no tiene ningún efecto, más que simular que se toman cartas en el asunto. Problemas complejos se resuelven con estrategias complejas”, escribió López Luján en Twitter.
México no ha logrado frenar varias subastas, incluyendo la venta de esculturas y objetos prehispánicos en Christie’s de París hace unos meses.
El Instituto Mexicano de Antropología e Historia (INAH) protestó contra la subasta de febrero. La colección incluía una mascarilla de piedra de mil 500 años de antigüedad de la ciudad de Teotihuacan; una estatuilla de la diosa de la fertilidad Cihuateotl, aparentemente de la cultura totonaca, la subasta captó más de tres millones de dólares.
Las casas subastadoras de París suelen vender artefactos indígenas que ya se encuentran en el mercado, a pesar de las protestas de activistas que aseguran que deben ser regresados a sus países de origen. Christie’s aseguró que, por ejemplo, la escultura maya había sido traída a Europa por un coleccionista estadounidense aproximadamente en 1970.
Eso parece preceder a una ley mexicana promulgada en 1972 que prohíbe la exportación o venta de artefactos arqueológicos o de gran significado cultural.