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En caída libre la producción de petróleo; rescates no funcionan

El descenso de la producción de petróleo en México no se ha detenido ni con la reforma de Peña ni con las acciones de AMLO.

La producción anual de petróleo en México cayó ininterrumpidamente entre 2005 y 2020. En 2021 se observó un aumento en los números promedios, sin embargo, solo fue de mil 700 barriles diarios; el mayor incremento de las últimas dos décadas se enlistó en 2003 con 193 mil 800 barriles diarios.

Según datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, en dicho lapso las disminuciones más marcadas se registraron en 2008 –284 mil 100 barriles diarios menos al año previo– y 2016 –203 mil 600 barriles diarios menos al año anterior.

La constancia de este decremento generó que de 2005 a 2021 el promedio de extracción de barriles diarios de petróleo bajara 50.1%, pues pasó de tres millones 333 mil 300 barriles diarios a un millón 664 mil 700.

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El descenso de la producción petrolera en México se debe al declive del campo Cantarell –en Campeche–, el cual aportaba a principios del Siglo XXI cerca de dos millones de barriles diarios, más que lo obtenido hoy en día en 400 pozos, explicó a Publimetro Fabio Barbosa Cano, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

Tras la caída de Cantarell, agregó el especialista, la extracción del hidrocarburo se compensó parcialmente con el yacimiento Ku Maloob Zaap –también en Campeche–, no obstante, de igual forma tuvo una decadencia que pegó a las estadísticas nacionales.

Primer intento de rescate: reforma energética


En 2013, el presidente Enrique Peña Nieto impulsó una reforma energética para abrir el mercado del petróleo y permitir a la industria privada invertir en la exploración, perforación y extracción de hidrocarburos; esto con el fin de mejorar la producción en México.

Sin embargo, la iniciativa del priista se apoyaba en estimaciones exageradas, por ejemplo, se calculó erróneamente un potencial petrolero en aguas profundas 10 veces mayor a las reservas probadas, señaló Barbosa Cano. Por ello, dijo, no resultó efectiva.

Entre 2019 y 2021, solo tres de los 14 pozos profundos perforados por compañías privadas dieron resultados, aunque con poca reserva y nada más para extraer aceite y gas, de acuerdo con información de la Comisión Nacional de Hidrocarburos.

“La Royal Dutch Shell, una empresa que es muy experimentada en aguas profundas, comprobó que las evaluaciones realizadas por la Secretaría de Energía, dirigida (en el sexenio de Peña Nieto) por un tipo que no era petrolero, el señor (Pedro Joaquín) Coldwell, y funcionarios que no veían los intereses nacionales, eran falacias”, aseveró el investigador de la UNAM.


Segundo intento de rescate: fortalecer Pemex

Para atender la caída en la producción de crudo, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó una estrategia de fortalecimiento de la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex), la cual se basa en dos ejes: elevar la inyección de recursos públicos y restringir la participación de capital privado.

A pesar de ello, en los primeros dos años de la administración del morenista se redujo la extracción promedio: 131 mil barriles diarios en 2019 y 15 mil 800 barriles diarios en 2020. En el tercer año, como ya se mencionó, hubo un aumento marginal.

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La caída de la producción de petróleo durante el actual sexenio se debe a la minimización de la complejidad de la industria y a la limitación de la inversión privada, esto detiene la incorporación de reservas que eventualmente llevarían a una eficiente extracción, indicó en entrevista Gonzalo Monroy, director general de la consultoría GMEC.

El experto también apuntó que la urgencia de López Obrador por mostrar resultados derivó en proyectos diseñados sin la suficiente planeación, como consecuencia hay sobrecostos y retrasos que comen cualquier tipo de utilidad.

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“La realidad es que no es tan fácil, como dijo el presidente, perforar un hoyo en la tierra y de ahí sacar petróleo. Es más complicado que eso. Se ha encontrado que los campos más prometedores no son campos de petróleo, sino de gas; y, para colmo, son campos complicados, geológicamente hablando”, subrayó Gonzalo Monroy.

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