Este 1 de diciembre se cumplen cuatro años de que el presidente Andrés Manuel López Obrador asumió el poder, en 2018, y por lo tanto inicia su quinto año de Gobierno, mismo que estará marcado por los procesos electorales en Coahuila y el Estado de México (en 2023), así como la llegada de fechas meta para sus proyectos clave, como la construcción del Tren Maya y el inicio de actividades de la refinería Olmeca, en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco. Además, por supuesto, de la definición de candidatos rumbo a la elección presidencial de 2024.
López Obrador llega este jueves a los mil 461 días al frente del Gobierno de México y quedan un año, nueve meses y 29 días para que concluya su mandato. Será el primer sexenio que concluya el 30 de septiembre, tras la reforma constitucional que recorrió el inicio del sexenio del 1 de diciembre al 1 de octubre, aprobada en el sexenio pasado y que entró en vigor para el periodo de AMLO.
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Los retos de AMLO para 2023 y para su quinto año de Gobierno
Durante el mensaje con el que concluyó la marcha por “4 Años de Transformación”, el pasado domingo en el Zócalo capitalino, el presidente mencionó algunos de los retos y metas que su gobierno enfrentará en los próximos meses. Entre ellos, el crecimiento de la economía, que consideró que será de 3.5% para 2023 y 2024.
También afirmó que desde que asumió el poder, hasta 2023, el presupuesto público ha aumentado en 57% en términos nominales. “Muchas gracias a los legisladores, sobre todo a los diputados, porque es facultad exclusiva de la Cámara de Diputados, pero también muchas gracias a los senadores porque aprobaron la Ley de Ingresos, que eso sí les corresponde a las dos cámaras”.
López Obrador afirmó que a finales de 2023 México será autosuficiente energéticamente y dejará de comprar gasolinas y diésel en el extranjero. “La producción de petróleo, que venía en caída, 14 años consecutivos cayendo la producción petrolera, ahora ya se detuvo la caída y se está incrementando a un millón 791 mil barriles diarios, y el gas extraído ha aumentado a cuatro mil 795 millones de pies cúbicos diarios”.
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Otro compromiso pendiente es dotar de internet a más rincones del país. “Con el apoyo de los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad, el año próximo terminaremos de alumbrar líneas de fibra óptica y se están instalando tres mil 800 antenas, con lo cual llegaremos a 10 mil 979, para cumplir el compromiso de garantizar el servicio de internet gratuito en escuelas, hospitales y espacios públicos en todo el territorio nacional”.
En cuanto a movilidad, otro reto será la inauguración del tramo del Tren Lechería-Aeropuerto ‘Felipe Ángeles’, “para llegar, en 45 minutos, de Buenavista, en el centro de esta capital, a esa terminal aérea”, comentó. Así como el inicio de operaciones del Tren Interurbano México-Toluca.
2023 será el año en que se recordará a Francisco Villa. “En 2019 lo dedicamos a Emiliano Zapata, el 2020 a Leona Vicario, el 2021 a Quetzalcóatl o Kukulcán, náhuatl o maya; este año a Ricardo Flores Magón”, comentó.
3 PREGUNTAS CON
Gustavo López Montiel, profesor de Ciencia Política en la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey
¿Qué balance nos puede comentar sobre los primeros cuatro años del gobierno del presidente López Obrador?
En realidad depende desde qué posición hacemos ese balance. En primera instancia, por ejemplo, podríamos plantear la posición del propio presidente. Creo que él se enfocó en un conjunto de objetivos que no son los objetivos que normalmente ubicaríamos en el contexto de un gobierno.
Él se planteó cosas como la articulación de sus capacidades de poder, el movimiento del presupuesto de la forma en la que normalmente se usaba hacia el financiamiento de sus proyectos más relevantes (que varios fueron promesas de campaña), la desarticulación de los grupos de oposición. Todos estos son objetivos que el presidente se planteó como parte de su estrategia de gobierno, que son distintos normalmente a los objetivos que en otros momentos se habrían planteado.
El presidente dijo que no le interesaba el crecimiento, sino más bien le interesaba el desarrollo y la generación de condiciones de igualdad. Entonces ahí va a ver parte del éxito de su programa.
Hay un paquete de temas que el presidente ha tomado de manera relativamente seria, que son las variables macroeconómicas. Sabe que si se les descompone la parte, por ejemplo, del déficit o la inflación pues son temas que impactan a la población y más aún a la población que lo apoya. Para él es muy importante mantener esas variables macroeconómicas porque son las que le permitirían asegurar la capacidad de poder político que tiene.
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Hay otros temas que son los que normalmente la gente tomaría como parte de una estructura de gobierno, que están más vinculados en la producción, al desarrollo y crecimiento, en los que -de alguna manera- sí vemos déficits.
Su gobierno no ha estado tan interesado en estos temas, o no han podido desarrollarlos porque: o no tienen las capacidades técnicas, o no está en el interés del presidente.
Y no es únicamente la parte de Economía, si no todo en su conjunto. No hay recursos para fomentar muchas áreas, sino que se ha enfocado en el desarrollo de los temas que le importan. Por ejemplo, en cuanto a cultura los presupuestos han decrecido y por lo tanto también han disminuido las actividades y todo lo que normalmente se tenía.
En ese sentido, el mismo presidente dijo, desde el inicio, que no iban a subir el presupuesto porque sin corrupción el dinero alcanzaba, pero al final sí son espacios que tienen o que han sufrido un impacto en términos del presupuesto que normalmente tenían destinado y las acciones que realizaban. Al final, el resultado del balance que podemos tener es de claroscuros.
¿Qué retos vienen para este quinto año de gobierno?
Este quinto año normalmente es el año de más poder de los presidentes, porque es cuando va a decidir quién va a ser su sucesor o sucesora. En buena medida, la marcha del domingo pasado tiene que ver con esa condición, con esa forma de decidir quién va a ser el candidato o candidata.
Lo que importa es que no se le salga de las manos el contexto en el que va a tomar esa decisión, porque al mismo tiempo, es un momento en el que está perdiendo poder, comienza a perder poder, y él necesita verse como un presidente que no pierde poder, porque si se ve así, pues entonces los grupos dentro de Morena y de posición, se le irían encima.
Es un presidente que en el quinto año tiene mucho poder, porque va a designar a su sucesor o sucesora, pero tiene que tener condiciones para que después del quinto año pueda convivir con quien sea designado candidato o candidata de Morena.
Está generando una candidatura que está a la sombra de él. Es una candidatura que no es viable si no está él de por medio. Por eso los candidatos y candidatas se alinean a él, porque saben también que su candidatura no sería viable sin él. Eso implica que tenga mucho más poder
¿Qué obstáculos puede enfrentar el gobierno del presidente López Obrador en este quinto año?
Hay de varios tipos, creo que el más importante es la relación con los Estados Unidos. En términos de remesas, comienza a haber dudas entre quienes estudian el tema sobre si son -efectivamente- remesas de migrantes o es dinero que se está transfiriendo por condiciones de lavado, fundamentalmente. Esto, porque la migración no creció en la misma proporción que han crecido las remesas en un contexto de pandemia y de presión económica.
De cualquier manera, las remesas no son una condición que deriva de una política del gobierno, sino más bien son por una condición externa y que ahora se ha visto favorable porque representa un ingreso de divisas que no se tiene en otro momento.
Hay otros retos, por ejemplo el tema del presupuesto. Poco a poco, el presidente se ha acabado el dinero y se han acabado los fondos en donde ese dinero estaba.
En este año, el presupuesto creció, pero al final, ya no hay fondos que el gobierno tenga para poder financiar ese crecimiento y el financiamiento obviamente proviene de deuda o proviene, por ejemplo, como lo pusieron en la ley que recién se reformó, en términos de los mismos activos que tiene el gobierno, tomar los excedentes y financiar lo que le falta, para después, en algún momento, cuando se tenga dinero, recuperarlos.
Esto es una muestra de que de que las fuentes de financiamientos se están acabando y que, el año que entra, que en realidad eso es cuando hay elecciones, o sea del 2024, pues ese presupuesto va a estar muy castigado precisamente porque es el momento en el que van a tener que estar gastando la mayor parte del dinero, pues para poder operar al país.
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