Ante la creciente ola de fraudes con boletos de conciertos, festivales y demás eventos masivos, la Cámara de Diputados inició el proceso de reforma que espera ponerle fin a esas malas prácticas a través del empoderamiento de la Profeco.
La reventa ilegal de boletos, ya sea de manera digital o física perjudica directamente al público y beneficia a unos cuantos que ejercen prácticas monopólicas. Dichas prácticas pueden llevarse a cabo por la falta de regulación de las empresas boleteras, pues no tienen control estricto con la distribución de las entradas.
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Por ello, la regulación planteada por el Partido del Trabajo (PT) y reforzada al interior de la Comisión de Economía, Comercio y Competitividad de la Cámara de Diputados plantea diferentes adhesiones y modificaciones a la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC), para que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) pueda defender a los que se ven afectados.
Actualmente, el proyecto se revisa en la Comisión para llevarlo al Pleno de San Lázaro y en éste se promueven medidas restrictivas y regulatorias a los proveedores de boletos como Ticketmaster, para ver si de esta manera prestaba atención a la enajenación de boletos en pocas manos.
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El fenómeno de la reventa afecta los bolsillos de los fanáticos de los eventos masivos, pues se han registrado casos en los que han llegado a pagar hasta 10 veces su valor en el mercado formal. Los ejemplos sobran y basta con hacer una visita a redes sociales para dar con revendedores que lucran con las ganas de divertirse de la gente. Luis Miguel es uno de los casos más recientes, pues, tras el prendo de preventa, se informó que todas las localidades se agotaron; sin embargo, en redes sociales se vendían entradas hasta en 10 mil pesos por un asiento hasta atrás.
Aunado a esto, la llegada del mundo digital a la adquisición de boletos complejizó las cosas. Tal fue el caso del concierto de Bad Bunny en México, donde se reportó la sobreventa de entradas a través del pase digital que se otorgó en vez del boleto físico, por ello, la iniciativa se reforzó para garantizar, ya sea en digital o físico, que el usuario tenga acceso al evento y/o a un reembolso en un periodo no mayor a 30 días.
En concreto, plantean seis nuevas modificaciones: a) prohibir la reventa, b) prohibir la entrada con boleto en mano, c) reembolso en 30 días naturales, d) transparencia en costos de boletos digitales, e) mecanismos de quejas y denuncia eficientes y f) la Profeco podrá promover sanciones económicas que van de los 895.63 a los 3 millones 502 mil 944.91 pesos para quien viole diversos artículos de esta ley.