En México, cada vez es más importante la seguridad que existe en los aeropuertos del país. De hecho, el 90% de las empresas que prestan servicios de seguridad privada en los aeropuertos del país son integrantes de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada (AMESP), hecho por el que colaboran de manera cercana con las Fuerzas Armadas del país.
Francisco de Icaza, integrante de la AMESP, explicó que cada aeropuerto utiliza distinta tecnología de ciberseguridad, equipos de firewall y software de detección para prevenir ciberataques. También cuentan con sus propias políticas internas para limitar el internet y evitar puertas de ataque.
“Cada aeropuerto tiene protocolos definidos en caso de ciberataques, normalmente se aísla el o los equipos atacados y se limita todo acceso a internet se busca identificar el lugar del ataque y se establecen acciones para prevenir un nuevo ataque”, explicó De Icaza.
Para José Luis Calderón González, presidente de la comisión de comunicación de la AMESP, la aviación civil y sus instalaciones son un asunto de seguridad supranacional, ya que impulsan el desarrollo del país y promueven la conectividad con otras economías mundiales en beneficio de los mexicanos.
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“La aviación civil se reconoce como el motor de la economía global. Sin embargo, los aeropuertos y sus instalaciones son objetivos valiosos para grupos o personas que buscan beneficiarse o fortalecer sus intereses en este sector”, explicó Calderón.
Los aeropuertos se dividen en tres zonas principales: la zona pública, el edificio terminal y la zona restringida, donde se llevan a cabo las operaciones aéreas.
“Un sistema se define como un conjunto de componentes interconectados o interdependientes que trabajan juntos para lograr una función específica u objetivo determinado. Los sistemas de seguridad en aeropuertos deben involucrar recursos físicos, tecnológicos, cibernéticos, personal y procedimientos, diseñados para cubrir cada una de estas áreas mencionadas”, añadió.
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Las interferencias más críticas a la aviación civil en México y los protocolos que se implementan
Para Calderón González, los aeropuertos son infraestructuras vitales para la aviación civil y sus sistemas de seguridad actúan como salvaguardias para la protección de aviones y pasajeros antes y durante el vuelo.
“Los aeropuertos están expuestos a diversos riesgos y amenazas, clasificados como actos de interferencia ilícita. Según el portal www.runwaylevel.com, especializado en capacitación en seguridad aérea AVSEC y AVSAF, estos actos incluyen el secuestro de aviones en vuelo o en tierra, la destrucción de una aeronave en servicio, la toma de rehenes a bordo de aeronaves o en los aeropuertos, la intrusión forzada en una aeronave o en las instalaciones aeroportuarias, la introducción de armas o sustancias peligrosas con fines criminales a bordo de una aeronave o en un aeropuerto, el uso de una aeronave para causar daños graves o poner en peligro a personas o bienes, y la comunicación falsa que compromete la seguridad de una aeronave, pasajeros, tripulación o personal en un aeropuerto, como los falsos avisos de bomba”, añadió.
Además, los aeropuertos también enfrentan amenazas emergentes derivadas de fenómenos sociales, como el desarrollo urbano desordenado, el crimen organizado y la delincuencia común, especialmente en el caso de México.
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Por acuerdos internacionales, los aeropuertos deben mantener esquemas de seguridad y protección que incluyen guardias de seguridad privada certificados, equipos para la revisión de equipajes, circuitos de videovigilancia y sistemas de protección perimetral.
Ante los escenarios de alta violencia y antagonismos que actualmente se experimentan en gran parte de México –con eventos como los sucedidos en Culiacán, durante la captura de un capo del narcotráfico– es crucial que las instalaciones aeroportuarias renueven sus esquemas de seguridad, especialmente en sus perímetros.
Esto incluye el uso de medios tecnológicos de detección y evaluación por video, así como barreras con altos factores de disuasión y retraso que impidan el acceso a la zona restringida. Además, se deben implementar accesos de alta seguridad para verificación y control, con el objetivo de asegurar la seguridad y continuidad de los aeropuertos y prevenir posibles actos de interferencia ilícita.
“En AMESP, recomendamos enfáticamente que los usuarios o autoridades aeroportuarias consideren contratar exclusivamente empresas de seguridad privada autorizadas con el objetivo de evitar ser sorprendidos y poner en juego la seguridad de estas importantes instalaciones o infraestructuras críticas”, añade Calderón González.
“La contratación de empresas de seguridad privada autorizadas da un margen adicional de seguridad para que se cumplan los estándares de calidad y profesionalismo necesarios para la protección eficaz de estas instalaciones”, concluye.
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2 preguntas con
Gabriel Bernal Gómez, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada, A.C (AMESP)
P: ¿De qué manera se coordinan las empresas de seguridad privada con los militares para brindar seguridad en los aeropuertos?
Las empresas de seguridad privada ya tienen asignados contratos con diferentes grupos aeroportuarios y tanto los elementos de seguridad de la Guardia Nacional como los privados, tienen su función.
En los filtros no hay Guardia Nacional o elementos de Marina, los que revisan son elementos de seguridad privada. Concurrimos en un mismo espacio, con diferentes responsabilidades.
Hay presencia de elementos de seguridad privada en Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), Asur, GAP y OMA, mientras que en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) tiene pocos elementos, pero en el área de carga.
Los elementos de seguridad privada realizan diversos servicios. Hace unos días se llevó a cabo el XII Simposium de Seguridad sobre Seguridad Aeroportuaria, celebrado en Expo Guadalajara, a donde asistieron más de mil 500 profesionales en la materia procedentes de 10 naciones.
En el evento, convocado por el Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) y Segurilatam, se destacó la importancia de impulsar una cultura de seguridad y protección en este sector estratégico.
P: ¿Qué protocolos se siguen para la contratación de personal en las empresas que brindan seguridad en los aeropuertos, como exámenes de confianza, investigación de antecedentes, ¿cuál es su perfil?
Los elementos de seguridad privada que operan en los aeropuertos del país están certificados por la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) y se rigen por los lineamientos del anexo 17 de la Organización de Aviación Civil (OACI), por lo que la seguridad en todas las infraestructuras de este tipo está garantizada
El 90% de las empresas que prestan el servicio de seguridad privada en los aeropuertos del país son miembros de esta asociación. Son alrededor de ocho mil elementos los que están certificados por la AFAC y reciben capacitación continua autorizada debidamente por las instancias responsables.
Tan solo una de las empresas de las 15 que están asociadas a la AMESP, cuenta con cuatro mil elementos en los aeropuertos. Nosotros nos regimos bajo las bases de seguridad privada a nivel nacional y por el Anexo 17 de la OACI, del procedimiento AVSEC (seguridad de la aviación).
El personal privado debe tener capacitación, misma que debe ser autorizada por la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC). Nuestros instructores están dados de alta en la AFAC, ésta certifica que tienen los conocimientos para impartir a los guardias o los prospectos de guardias; una vez que se hace el curso y el guardia aprueba, lo ponemos en un aeropuerto, sino no; a diferencia de otros sectores donde la capacitación no es tan estricta.
Esto se traduce en que la seguridad de los aeropuertos del país está debidamente garantizada.