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Huracán ‘Otis’ en México pone a prueba las nuevas reglas del Fonden

Mientras el Fonden aún existe, las nuevas reglas hacen que el acceso al recurso sea más complicado que en el pasado

Ante las devastadoras imágenes de la destrucción provocada por el paso del huracán ‘Otis’ en Acapulco, uno de los reclamos más repetidos en redes sociales fue la presunta desaparición del “Fondo de Desastres Naturales”, conocido comúnmente como Fonden, un fideicomiso que fue creado en 1996 por el Gobierno Federal y que durante poco más de dos décadas constituyó el vehículo financiero interinstitucional para la atención de los desastres naturales.

Al respecto, Gabriel Yorio González, subsecretario de Hacienda y Crédito Público, señaló este miércoles en su comparecencia ante senadores que el Fonden aún existe, con un presupuesto de más de 18 mil millones de pesos, solo cambió su forma de operar.

“En México, el diseño institucional del Fondo de Desastres tiene dos componentes: la acumulación de reservas de efectivo, que es lo que usualmente conocemos como el ahorro del Fonden y el segundo era un sistema de gestión financiera pública para pagar facturas del ciclo de reconstrucción una vez que impacta un desastre. Lo que se retiró del administrador del Fonden -que era Banobras- es el sistema de gestión financiera pública. Es decir ya no se deja que sea Banobras y los municipios sean quienes establecen el sistema de facturas sobre los proyectos de recuperación. Lo que se hace, más bien, es que se centraliza y se transfieren los recursos a los ejecutores, que pudieran ser, por ejemplo, la Sedena -en caos de que se activa el plan DN-III- o cualquier otro ejecutor como un Estado. La cobertura de reserva de efectivo no fue tocada”.

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“Actualmente tenemos 18 mil millones de pesos en el Fonden. Hay una línea presupuestal de cerca de 10 mil millones de pesos, que usualmente incluye cinco mil millones de pesos en seguros catastróficos que se contratan cada año, más 485 millones de dólares del bono catastrófico que en México tenemos junto con la Alianza del Pacífico (que es diversificación de riesgos con Perú, Colombia y Chile). Entonces la cobertura de la reserva de efectivo y de los seguros paramétricos para desastres se ha mantenido intacta y la hemos renovado cada en cada ciclo presupuestal”, añadió.

¿Cómo surgió el Fonden?

De acuerdo con el documento “FONDEN: El Fondo de Desastres Naturales de México - Una reseña”, publicado en 2012 por la Secretaría de Gobernación, México está “altamente expuesto a una gran variedad de fenómenos geológicos e hidrometeorológicos”.

“El país está catalogado como uno de los de mayor actividad sísmica en el mundo, experimentando anualmente más de 90 sismos con una magnitud de 4 o más grados en la escala de Richter. Aproximadamente el 40% del territorio mexicano y más de una cuarta parte de su población están expuestos a tormentas, huracanes e inundaciones. En el marco de su estrategia de gestión integral del riesgo el Gobierno Federal de México estableció el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN), con el propósito de apoyar actividades de emergencia, recuperación y reconstrucción después de la ocurrencia de un desastre”.


Estados, encargados de reemplazar labores del Fonden

“La existencia del Fonden tenía la intención de siempre tener recursos que fueran no contingentes del presupuesto es decir, que no dependieran de asignaciones presupuestales, sino que estuvieran ahí, disponibles para cualquiera de este tipo de eventos”, explicó en entrevista con Publimetro, Artemisa Montes, especialista en Economía de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle.

La administración de Andrés Manuel López Obrador llegó con una visión de que había poca transparencia en el manejo de los fideicomisos. “El problema, como lo hemos visto en muchas de las acciones que se han tomado en esta administración, es que -si bien había temas que eran problemáticos y que sí tenían algunos espacios que se están a la corrupción o a la opacidad, no eran la generalidad y lo que se hizo es que se trató todo con la misma tijera”, comentó Montes.

“Cuando se da el proceso de extinción de los fideicomisos, los diputados los sustituyen por una Ley General de Gestión Integral del Riesgo de Desastres y Protección Civil. Como sabemos, una ley general es una ley que aplica a todos los estados de la República, a diferencia de una ley federal que aplica solo a lo que son las entidades de la Federación. Una ley general está diseñada para que después todos los congresos locales tengan que legislar en consecuencia para cumplir lo que mandarte esta ley. ¿Qué fue lo que se cambió ahí? Que ahora los Estados son los que tenían que generar los instrumentos para atender, prevenir, reducir riesgos y atender emergencias y desastres”, añadió.

“Los estados que tienen menos recursos son los más vulnerables. Al mismo tiempo, estamos creando una situación que, en el mediano y largo plazo, va a a traducirse en la incapacidad de estos estados para atender de manera, oportuna y con los recursos suficientes a este tipo de situaciones. Por otra parte, eso hace que ahora recaiga mucho más el peso de atención a este tipo de desastres en el Plan DN-III, que es el que tienen las Fuerzas Armadas y esa es otra de las tendencias que vemos en esta administración: dar cada vez más peso a la intervención de las fuerzas armadas, que si bien antes entraban y atendían la emergencia, pero después el Fonden era el que hacía las asignaciones de recursos después de una declaratoria de emergencia”.

2 preguntas con


Miguel Tovar, politólogo por el Colegio de México, experto en asuntos públicos y socio de Alterpraxis.

P: ¿Qué tan preparado está México ante estos desastres naturales? Sobre todo, cuando se critica en redes las desaparición del Fonden.

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Las administraciones públicas en el país, en general, son bastante inflexibles y legalistas, y esto proviene del espíritu constitucional. Se elaboran una serie de reglas y procedimientos que son difíciles de cambiar, y a partir de los años 60 y en adelante, se comenzaron a identificar situaciones complejas que requerían recursos humanos y financieros para poderse solucionar. La rigidez de la Administración Pública Federal y la Ley de Ingresos simplemente no son suficientes para resolver el tema de los desastres naturales.

Decir que desaparece el Fonden y se tienen dinero ilimitado, no es realista. No se puede depender de recursos limitados. Pretender que se pueden obtener recursos de manera casuística es irreal. Esta falta de recursos es un problema en el manejo de desastres naturales.

Ante los desafíos naturales y el cambio climático, necesitamos recursos disponibles y una administración adecuada. La rigidez y la falta de previsión en la administración pública son un problema. Necesitamos recursos seguros para abordar estas situaciones.

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¿Cuáles son las prioridades actuales?

Es importante tener un sistema nacional de prevención y recursos suficientes. Depender del voluntarismo político no es una estrategia efectiva.

Dependemos demasiado del voluntarismo político y no tenemos una estrategia efectiva para abordar situaciones de riesgo. Necesitamos una metodología y una visión a largo plazo para abordar los desastres naturales de manera más efectiva.

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En este momento, hay poco por hacer para resolver la situación. La prevención es clave, pero se necesita una planificación más efectiva y recursos adecuados. Un sistema nacional de prevención es esencial. Necesitamos recursos para abordar situaciones de riesgo de manera efectiva.

Es importante cuidar y utilizar adecuadamente los recursos públicos para abordar los desastres naturales. No podemos depender del voluntarismo político, sino que necesitamos estrategias efectivas.

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