Ciudad de México, Monterrey y Tijuana serían las ciudades más afectadas por la falta de agua ante la llegada del Día Cero estimado por la Organización de las Naciones Unidas para el año 2028, fecha en la cual la demanda del líquido superará la capacidad de suministro en las grandes urbes; según especialistas de la UNAM, este fenómeno se agudiza debido a factores como la sobreexplotación de acuíferos, el cambio climático y la gestión ineficaz del recurso hídrico.
En el contexto del inicio de la temporada de lluvias, especialistas como Mario Hernández Hernández, investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, advierte que la Ciudad de México y su zona conurbada experimentan una intensa sequía que ha impedido la recarga adecuada de los sistemas de abastecimiento de agua.
Recordó que Monterrey enfrentó el año pasado graves problemas por la falta de agua y el bajo nivel que presentaban las presas, llegando incluso a tener cortes en el suministro del líquido, lo que afectó a miles de habitantes.
Expuso que para enfrentar el problema no se requieren soluciones de corto plazo, sino aplicar políticas públicas de largo plazo, una de ellas sería gravar el uso de agua para el sector industrial con un precio justo.
De acuerdo con un informe de la UNAM, la agricultura emplea 70% del agua potable en México, en tanto que la industria ocupa 14% del total; mientras que el consumo personal por habitante es de aproximadamente el 8% anual.
Señala además que la huella hídrica, que es el consumo vital del líquido para producir un producto determinado, es un factor determinante en el excesivo gasto de agua, ya que por ejemplo para producir un vaso de cerveza de aproximadamente 355 mililitros, se requieren de 70 litros de agua, en tanto que para producir un kilo de carne son necesarios 15 mil litros de agua.
Asimismo el documento destaca que al menos en la Ciudad de México, el 35% del agua se pierde en fugas a lo largo de la infraestructura de distribución, por lo que dar mantenimiento a esas tuberías significaría un ahorro y estos recursos podrían salir al cobrar un costo justo por el consumo de agua.
Sobreexplotación de los acuíferos uno de los mayores problemas
De acuerdo con Fernando González Villarreal, director del Programa de manejo, uso y reúso del agua en la UNAM (PUMAGUA), para dar solución a uno de los problemas que se presentan en torno a la disposición del agua, “es preciso hacer una gestión de los recursos hídricos. De manera que podamos suministrar las demandas de la agricultura, de la industria, del agua potable y del ambiente; es decir, adaptar la disposición de agua a las demandas y necesidades específicas del desarrollo de la población”, explicó.
El investigador señaló que con frecuencia la disposición y demanda del agua no coinciden, como sucede en el mayor desarrollo, poblacional y económico del país, es decir, el Valle de México, en donde la creciente demanda ha acabado con las corrientes superficiales y ahora va sobre el acuífero.
Asimismo sobre el estrés hídrico, indicó que evidencia las tensiones que genera la falta de coincidencia entre la disposición de agua y el desarrollo económico.
A su vez, Eduardo Vega López, coordinador universitario para la sustentabilidad de la UNAM, indicó que en el primer trimestre de 2024, hubo niveles de sequía, en cuanto a intensidad y cobertura, superiores a los que se vivieron en el primer trimestre del año pasado.
“En 2023 tuvimos 47% del territorio nacional cubierto por sequía, en tanto que en el primer trimestre del presente año fue de 58% de cobertura, lo que ha propiciado un problema se inseguridad hídrica y menor calidad de vida”, expuso el catedrático en el foro Estrategias más eficaces para enfrentar escasez de agua.