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Omiten revisar y actualizar normas de construcción, pese a daños causados por sismos

A raíz del sismo de 2017 se empezaron a desarrollar esquemas de protección para nuevas y construcciones ya existentes

La destrucción y muerte que dejó a su paso el sismo de 2017, justamente en la conmemoración del terremoto de 1985, reforzó la importancia de la protección civil, por lo que se estableció que las revisiones y actualizaciones de las normas se debían realizar cada seis años; sin embargo, esto no se ha cumplido e incluso la más reciente data de 2004.

El presidente de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Sísmica, Luis Pinto Caballero, señaló en entrevista que a raíz del sismo de 2017 se estableció que las revisiones y actualizaciones de las normas se debían realizar cada seis años, pero pese a que ya se cumplen este 19 de septiembre siete años del terremoto, aún no se llevan a cabo.

“La última actualización que se tenía era del año 2004 y hay que destacar que hay un organismo encargado —en la Ciudad de México— que es el Instituto de la Seguridad de Construcciones”, explicó.

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No obstante, resaltó que desde antes del terremoto que ocurrió hace siete años ya se tenían claros los conceptos de seguridad en materia de edificios con muchos pisos y prueba de ello son los amortiguadores hidráulicos, así como los aisladores sísmicos, los cuáles se han utilizado desde finales de los años ochenta.

Nuevas construcciones

Así, además de la protección civil, son necesarios nuevos esquemas de protección antisísmica no sólo para nuevos edificios sino para construcciones ya existentes en una gran urbe como es la Ciudad de México, que cuenta con mil 717 edificios de gran altura y 11 mil 199 unidades habitacionales.

Ingenieros especialistas aseguran que ahora es más seguro estar en un edificio de gran altura durante un sismo superior a 7 grados en la escala de Richter que en una construcción de ocho o 10 niveles, porque la tecnología de cimentación refuerza las bases y pilotes hasta con excavaciones de 45 metros, como se hizo en el edificio habitacional más alto de Paseo de la Reforma: University Tower.


En entrevista con Publimetro, Esteban Astudillo, responsable del diseño estructural de dicha obra, explicó que la tecnología en materia de construcción tuvo que evolucionar a partir del sismo del 19 de septiembre de 2017.

“En las actuales construcciones con más de 40 pisos, se incorpora tecnología avanzada como sistemas de amortiguación de vibraciones y monitoreo en tiempo real, así como materiales innovadores como cierto tipo de acero que tiene la capacidad de absorber energía y deformarse sin fracturarse y con ello asegurar a los residentes de estas edificaciones”, precisó.

Nueva tecnología para edificios viejos y recientes

Especialistas del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México desarrollaron una innovadora tecnología basada en una especie de barras con un núcleo y una ‘camisa’ metálica, además de un relleno de concreto o mortero reforzado que se colocan en cada piso del inmueble y captan la mayor parte de la energía del temblor deformándose, según destaca información publicada por Milenio, el pasado mes de julio.

El equipo encabezado por Héctor Guerrero Bobadilla desarrolló los innovadores dispositivos que tienen ventajas como su costo, el que se pueden instalar en construcciones existentes o nuevas y, en algunos casos, no necesitan reemplazarse, debido a su gran capacidad de disipación.

Desde 2016, el especialista comenzó a realizar diversas investigaciones para que, ante un temblor, edificios, puentes, estadios, aeropuertos u hospitales reduzcan daños de manera significativa.


El primer artefacto que creó, junto con su grupo de trabajo, fue uno de tipo contraventeo restringido al pandeo. Ayuda a reducir desplazamientos relativos en estructuras ocasionados por movimientos laterales.

Cabe destacar que el ingeniero Guerrero fue presidente de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Sísmica.

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