El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, aceptó que tiene responsabilidad por el aumento en el clima de violencia que vive el estado en varios puntos como Tulum o Cancún.
Por lo anterior pidió a todos los sectores de la población y gobierno procurar un crecimiento ordenado, responsable y sin corrupción para contener la delincuencia.
Al atestiguar la entrega de 10 patrullas pickup y seis motopatrullas a la Dirección General de Seguridad Pública y Tránsito de Tulum, municipio donde el pasado 20 de octubre dos turistas extranjeras perdieron la vida y tres más resultados heridos en un tiroteo entre narcomenudistas, señaló que ese mismo día Quintana Roo había disminuido sus índices de criminalidad.
Ante esto, exhortó a tener un plan de ordenamiento responsable, de desarrollo social y de cumplimiento de leyes para inhibir la inseguridad y procurar una mejor distribución de la riqueza para evitar la pobreza.
Carlos Joaquín expresó que, de este modo, se podrá avanzar en la recuperación de la imagen de crecimiento de Tulum, de destino exitoso y de marca internacionalmente conocida.
En materia de seguridad, insistió en que, de manera coordinada, se requieren incrementar los esquemas de tecnología, más cámaras, más cercanía con el C5, más atención para disminuir los índices de violencia que, “lamentablemente con hechos como el ocurrido en días pasados, en un momento se echan para abajo”.
De enero a septiembre, de acuerdo a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) se han documentado 495 víctimas de homicidio doloso, 20 de feminicidio, 13 de secuestros y tres mil 181 de lesiones.
Además, durante septiembre el Semáforo Delictivo colocó a Quintana Roo en rojo en los siguientes delitos: narcomenudeo, robo de vehículos, lesiones, violación y violencia familiar.