En la Ciudad de México desde el 1 de enero de 2021 entró en vigor la prohibición de los plásticos de un solo uso, incluidos los globos que los niños utilizaban para enviar sus cartas a los Reyes Magos.
Las multas por incumplir dicha disposición van de las 500 a dos mil veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA), es decir, de al menos 42 mil a 168 mil 900 pesos aproximadamente.
El artículo 25, XI BIS, establece que queda prohibida ‘la comercialización, distribución y entrega de tenedores, cuchillos, cucharas, palitos mezcladores, platos, popotes o pajitas, bastoncillos para hisopos de algodón, globos y varillas para globos, vasos y sus tapas’, entre otros.
Entonces, las sanciones son para quienes evadan lo manifestado en el párrafo anterior.
Cartas por servicio postal
En entrevista con Publimetro, Rocío Barcena, directora del Servicio Postal Mexicano, señaló que la mejor forma para hacer llegar la carta a los Reyes Magos es a través de Correos de México.
Hasta este 5 de enero, más de siete mil ‘chilanguitos’ han depositado su carta en el Palacio Postal de la Ciudad de México.
Detalló que serán estos mismos menores los que reciban una carta en un lapso de aproximadamente tres semanas por parte de los Reyes Magos como respuesta a la que les fue enviada.
Indicó que esta estrategia se lleva a cabo desde hace décadas, pero está tomando impulso en los últimos años debido a la prohibición de los globos en la capital del país.
Los globos y su daño al medio ambiente
En declaraciones a este mismo medio, Ornela Garelli, vocera de Greenpeace México aseveró que cuando los globos son liberados pueden caer en parques o lagos y afectar a las especias marinas y a otras porque tardan en degradarse muchos años.
En particular, señaló que las aves quedan enredadas o suelen confundirlos con alimento y al momento de ingerirlos mueren por asfixia o bloqueos intestinales, además de que también se intoxican por los compuestos químicos con los que son elaborados.
Lo ideal para enviar la carta a los Reyes, dijo, es optar por medidas que no dañen, como poner la misiva debajo del árbol, en un zapato, calcetín o la bota navideña.
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