Dice que algunos de los «terroristas» hablan idiomas «distintos al kazajo» y los cifra en 20.000
Insiste en no negociar con ellos y, en su lugar, «matarlos»
MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El presidente de Kazajistán, Kasim Jomart Tokayev, ha asegurado este viernes que la ciudad de Almaty, epicentro de las protestas, ha sufrido «seis olas de ataques terroristas», al tiempo que ha señalado como responsables a «gángsteres y terroristas» muy bien entrenados.
Tokayev ha precisado a través de una serie de mensajes publicados en su cuenta de la red social Twitter que estas personas están «organizadas» y ha detallado que «algunos de ellos hablaban idiomas distintos al kazajo», subrayando que la cantidad total de «terroristas» en el país asiático es de 20.000.
«Han estado golpeando y matando a agentes de Policía y jóvenes soldados, incendiando edificios administrativos, saqueando tiendas, matando a civiles, violando a mujeres jóvenes», ha indicado, incidiendo en que, desde su punto de vista, no hay que «negociar con los terroristas», sino «matarlos».
Tokayev ha explicado que el 2 de enero «ordenó» al Gobierno responder «rápidamente» a las preocupaciones de los manifestantes kazajos y que implementara «un paquete de medidas para regular el precio del gas», la raíz de las protestas registradas en los últimos días.
«Lamentablemente, las protestas en varias regiones de Kazajistán y Almaty llevaron a una escalada de violencia», ha continuado, antes de recordar que, como resultado, cesó al gobierno e impuso un toque de queda nacional. No obstante, «a pesar de estos esfuerzos las protestas continuaron incrementando la violencia, causando disturbios y ataques contra edificios gubernamentales, oficinas administrativas y bases militares», ha continuado.
«El análisis de la situación muestra que Kazajistán se enfrenta a un acto de agresión armada bien preparado y coordinado por los perpetradores y grupos terroristas entrenados en el extranjero», ha insistido, ante lo que ha ordenado una «operación contra el terrorismo» que permita «eliminar la amenaza a la seguridad nacional y proteger las vidas y las propiedades de los ciudadanos kazajos».
Así, con la operación contra el terrorismo «en marcha», Tokayev ha explicado que ha pedido a las fuerzas de orden formar una comisión de investigación «para revelar las causas de la situación que ha conducido al acto de agresión armada y llevar ante la Justicia a quienes han infringido la ley».
También, ha precisado que las tropas de la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva (OTSC), una alianza regional encabezada por Moscú y destinada a garantizar la estabilidad de toda la órbita rusa, estarán en Kazajistán «un breve período de tiempo», hasta la «estabilización» de la situación.
De forma paralela, ha garantizado la «seguridad» y «protección» de las misiones diplomáticas desplegadas en Kazajistán, igual que los del personal y propiedades de empresas extranjeras e inversores con presencia en el país.
Tokayev ha informado este viernes de que ha dado orden de disparar a matar sin advertencia previa a los «terroristas» implicados en las últimas protestas en el país.
De momento, el Ministerio del Interior de Kazajistán ha confirmado que al menos 26 participantes en las manifestaciones han muerto, otros 26 han resultado heridos y un total de 3.811 personas han resultado detenidas en relación a los disturbios.
CALMA EN EL PAÍS
La situación en las ciudades de Kazajistán ha vuelto a la normalidad después de que Tokayev haya informado de que había dado orden de disparar a matar sin advertencia previa a los «terroristas» implicados en las protestas.
Según la información recogida por la agencia de noticias TASS, la situación más difícil todavía es la de la ciudad de Almaty, aunque los disparos en el centro de la ciudad han ido apagándose con el transcurso de la tarde.
La plaza de la República está ocupada por militares que disparan al aire cuando se acerca alguien, mientras que las calles de la ciudad están patrulladas por vehículos blindados. Las tiendas en casi toda la ciudad están cerradas y las que hay abiertas sólo aceptan efectivo, ya que las terminales de pago no funcionan.
También hay presencia de militares y Policía en el aeropuerto y detienen a las personas «sospechosas» Las gasolineras tampoco funcionan y los taxis no circulan por falta de combustible.
En la capital, Nursultán, la situación está relativamente tranquila. Según el canal de televisión Khabar 24, los habitantes de la ciudad están formando escuadrones populares para ayudar a la Policía a mantener el orden. Por el momento están conformados por centenares de personas.
En otras ciudades, como Semey, Shymkent, Atyrau o Zhambyl –donde rige un toque de queda ampliado, desde las 19.00 hasta las 7.00 horas– la situación también se está estabilizando.