MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés) ha alertado de las graves consecuencias que acarrean los incendios registrados en varios campamentos rohingyas de Bangladesh en los primeros días de 2022 y ha denunciado que miles de personas se han quedado sin refugios en los que garantizar su seguridad.
En un comunicado, el director de la organización en el país asiático, Roberto Vila-Sexto, ha lamentado que se trata del segundo incendio que tiene lugar en los campos en dos semanas. «Nuestro temor no es solo lo que ha pasado sino que si se producen más acontecimientos de este tipo habrá pérdidas de vidas humanas y una mayor destrucción», ha aseverado.
En este sentido, ha recalcado la importancia de «ofrecer refugios dignos y seguros hechos con materiales ignífugos» y ha instado a retirar las vallas que dividen los campos y que «impiden una rápida evacuación en caso de incendio».
Si bien se desconocen las causas del último incendio, los campamentos están hechos principalmente con bambú –altamente inflamable– y lona alquitranada. Algunos de los refugiados que se encontraban en el interior han señalado que tuvieron que atravesar las alambradas para escapar del fuego.
La mayoría de refugiados han tenido que abandonar el campamento a toda prisa dejando sus pocas pertenencias tras de sí en pleno invierno. Las llamas, que se originaron en torno a las 16.55 horas del domingo, se extendieron rápidamente por todo el campamento, que se encuentra en Cox’s Bazar.
En marzo del año pasado, cerca de 10.000 hogares fueron arrasados por las llamas en cuatro campamentos, y a comienzos de enero también se dio otro incendio que arrasó 500 viviendas y dejó una treintena de heridos.
Los rohingya son una minoría étnica de fe musulmana que se concentra en el estado birmano de Rajine. Birmania les considera descendientes de migrantes ilegales procedentes de Bangladesh y no les reconoce como ciudadanos, privándoles con ello de derechos básicos.
