Save the Children alerta de que casi la mitad de los niños menores de cinco años sufre desnutrición crónica en Baidoa
MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de Somalia han anunciado el envío de ayuda humanitaria por vía aérea a varias regiones del centro y el sur del país afectadas por la sequía, después de que el primer ministro, Mohamed Husein Roble, declarara en noviembre la emergencia humanitaria por esta situación.
La ministra para Asuntos Humanitarios de Somalia, Jadijo Mohamed Diirye, ha indicado que estos primeros envíos han sido entregados en las regiones de Hiiraan y Bakool, antes de agregar que continuarán para alcanzar al resto de zonas afectadas, según ha informado el portal somalí de noticias Mareeg.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) indicó recientemente que más de 20.000 personas desplazadas a causa de la sequía han llegado en los últimos dos meses al distrito de Garbahaareey, en Jubalandia, en un reflejo del impacto humanitario de la crisis.
Asimismo, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) indicó el 10 de enero que «los niveles del río Shabelle han llegado a unos niveles históricamente bajos en los alrededores de Beletweyne», ante un deterioro de la situación por la acentuación de la sequía.
«Alrededor de dos millones de personas viven en distritos ribereños que dependen del río Shabelle para la producción de alimentos y obtener un sustento», indicó el organismo a través de su cuenta en la red social Twitter.
La OCHA resaltó en su boletín de diciembre que el Plan de Respuesta Humanitaria para Somalia busca recaudar 1.500 millones de dólares (cerca de 1.320 millones de euros) para dar ayuda a 5,5 millones de personas en el país y subrayó que «la sequía empeora en Somalia, con el total de afectados superando los 3,2 millones de personas en 66 de los 74 distritos del país, incluidos 169.000 desplazados».
En esta línea, detalló que 7,7 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en el país y cifró en 2,9 millones el total de desplazados. Asimismo, dijo que las proyecciones apuntan a que 1,2 millones de niños sufrirán desnutrición aguda este año.
La OHCA destacó que 3,8 millones de personas sufren inseguridad alimentaria aguda en el país africano y afirmó que el Plan de Respuesta Humanitaria busca «reducir la prevalencia del hambre, la desnutrición aguda, las amenazas a la salud pública y los brotes», así como mejorar el acceso al agua, al saneamiento y a la higiene.
Por ello, agregó que el Fondo Central de Respuesta de Emergencia (CERF) ha destinado 17 millones de dólares (unos 15 millones de euros) para hacer frente a la sequía en el país- «Las vidas de la gente en Somalia están en riesgo y no hay tiempo que perder», dijo el subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios y coordinador de Asuntos de Emergencia, Martin Griffiths.
«Para salvar vidas en Somalia y evitar otra catástrofe humanitaria debemos liberar fondos para que la gente pueda protegerse de un mayor hambre y empobrecimiento», dijo. «Cuento en que otros donantes hagan lo mismo y les pido que apoyen generosamente el Fondo Humanitario para Somalia», remachó.
AUMENTO DE LA DESNUTRICIÓN CRÓNICA
Por su parte, la organización no gubernamental Save the Children ha alertado de que casi la mitad de los niños menores de cinco años sufre desnutrición crónica en el distrito de Baidoa (sur), en una muestra del «grave impacto» de la sequía y la disminución de la capacidad de las familias para dar alimentos suficientes a sus hijos.
Así, ha desvelado que los datos de una muestra aleatoria de 860 niños y niñas de entre seis meses y cinco años entre octubre y noviembre de 2021 muestran un aumento de las tasas de desnutrición crónica del 30 por ciento en 2019 al 48 por ciento en 2021.
Aayan, de 42 años y madre de ocho hijos en este distrito, abandonó recientemente su granja para trasladarse a un campamento de desplazados internos. «Nuestra granja fue destruida y todos nuestros cultivos se perdieron. Solíamos regar nuestra finca con agua de lluvia, pero las lluvias no fueron buenas en abril y todos los pozos se secaron», relata.
«No teníamos agua para ayudar a regar nuestros cultivos y por eso no pudimos cultivar nuestra tierra. Después de que nuestras cosechas se perdieron, decidimos mudarnos a Baidoa», afirma Aayan en declaraciones concedidas a Save the Children.
En este sentido, el doctor Binyam Gebru, director adjunto de Desarrollo y Calidad de Programas de la ONG en Somalia, ha afirmado que «el impacto que está teniendo esta sequía prolongada en los cuerpos y mentes frágiles de los niños y las niñas pequeños es aterrador».
«Estamos viendo niños y niñas de cinco años del tamaño del de dos años, así como otros que se acurrucan durante todo el día y duermen porque no tienen la energía para levantarse y caminar», ha manifestado Gebru.
Save the Children ha resaltado que los pastores de la zona, acostumbradas a caminar hasta 200 km para encontrar pastos para sus animales en épocas de sequía, están ahora rastreando caminos desgastados por el tiempo en búsqueda de pozos y abrevaderos, hallando únicamente cadáveres de animales junto a cauces de ríos secos.
Por ello, ha expresado su alarma ante la posibilidad de que se repita la situación derivada de la sequía registrada entre 2016 y 2017, que provocó un aumento de la miseria para la infancia. De esta forma, ha reclamado la liberación «inmediata» de fondos para hacer frente a la situación y dar ayuda a los damnificados.
La ONG ha solicitado además al Gobierno somalí a priorizar la respuesta humanitaria y a garantizar que la crisis política, marcada por las diferencias entre el Gobierno central y algunos estados federales, no obstruye la entrega de ayuda a niños, niñas y familias afectadas por la crisis.