NUEVA YORK (AP) — Estados Unidos quiere hablar sobre democracia y migración en la Cumbre de las Américas que celebrará en junio y baraja a qué países invitar basándose en el compromiso con la democracia que tiene cada uno, dijeron funcionarios estadounidenses el jueves.
Mientras que no se ha decidido si invitar a Cuba o Nicaragua, los gobiernos de El Salvador y Guatemala sí serían invitados, dijo un alto funcionario del gobierno de Joe Biden durante una llamada con periodistas. Tanto la administración de Nayib Bukele, en El Salvador, como la de Alejandro Giammattei, en Guatemala, han sido criticadas por Estados Unidos, que las acusa de socavar principios democráticos.
Aun así, ambos líderes han sido elegidos democráticamente, dijo el funcionario, quien pidió que no se publicara su nombre. “Cualquiera que ha sido elegido democráticamente será invitado a la cumbre», indicó.
La Cumbre de las Américas está prevista para celebrarse en Los Angeles del 6 al 10 de junio.
Ni El Salvador ni Guatemala fueron invitados a la Cumbre de la Democracia que Estados Unidos celebró en diciembre. Bolivia, Cuba y Honduras tampoco.
Estados Unidos, dijo el funcionario el jueves, decidirá si invita a Cuba y Nicaragua tras consultar con otros gobiernos de la región. Tampoco dijo si invitaría al gobierno venezolano de Nicolás Maduro.
La administración estadounidense ha dicho que la respuesta del gobierno cubano a las protestas que hubo en la isla el 11 de julio demuestra una grave falta de democracia en el país. Como resultado, el presidente Joe Biden ha mantenido las sanciones que impuso su antecesor Donald Trump.
El expresidente estadounidense Barack Obama invitó a Cuba a la Cumbre de las Américas celebrada en Panamá en 2015.
En Nicaragua, Biden ha denunciado el deterioro de la democracia, donde ha criticado de forma insistente la detención de opositores al gobierno del presidente Daniel Ortega. Estados Unidos considera que la elección de Maduro en Venezuela fue fraudulenta.
La Cumbre de las Américas, que no se celebra en Estados Unidos desde 1994, se enfocará en la defensa de la democracia, la migración ilegal, las políticas sostenibles y los esfuerzos para garantizar un crecimiento equitativo en momentos en que la región emerge de la pandemia de COVID-19.
“Muchos en el hemisferio oeste recordarán estos últimos años como los más difíciles de nuestra memoria reciente,” dijo Brian Nichols, secretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, en otra conferencia con periodistas celebrada el jueves.
“Los compromisos de la cumbre ayudarán a nuestros países a reforzar los sistemas de salud, a reconstruir mejor y de forma más inclusiva y a mejorar la cooperación y la inversión para preparar y proteger el futuro,” agregó.
Nichols no dio detalles sobre qué países serán invitados a la cumbre y se limitó a decir que eso dependerá del compromiso de cada uno con la democracia. La Casa Blanca decidirá en las próximas semanas, indicó.
La migración irregular será uno de los grandes temas de la cumbre, dijo Nichols. El año pasado Estados Unidos registró un fuerte aumento en el número de migrantes que llegan a sus fronteras ilegalmente.
Nichols dijo que en la cumbre se lanzará “una acción conjunta sobre migración y asilo” pero no ofreció más detalles. En las conversaciones sobre políticas migratorias, indicó, se hablará de vías migratorias seguras y legales para asegurar que los países responden de forma legítima a pedidos de asilo. También mencionó temas de cooperación para luchar contra traficantes de personas.