La policía arrestó el martes al expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández en su domicilio, un paso hacia cumplir con la solicitud de extradición del gobierno de Estados Unidos por cargos de narcotráfico y armas.
El arresto se produjo poco después de que un juez hondureño firmó una orden de arresto, y menos de tres semanas después de que Hernández dejara el cargo. Se produce tras años de señalamientos por parte de fiscales estadounidenses sobre supuestos vínculos del dirigente hondureño con narcotraficantes.
Hernández salió de su casa flanqueado por la policía, con grilletes en las muñecas y los tobillos, y con un chaleco blindado. Subió a un vehículo de la policía que posteriormente partió. Un helicóptero de la policía que había estado esperando en las inmediaciones levantó el vuelo, pero parecía que sólo estaba escoltando la caravana.
La Corte Suprema de Justicia había designado a un juez el martes por la mañana para que se encargara del caso, y horas después el juez firmó la orden de arresto de Hernández, dijo el portavoz del tribunal, Melvin Duarte. La Secretaría de Seguridad, que tenía rodeado el domicilio de Hernández desde el lunes por la noche, actuó rápidamente para detenerlo.
El secretario de Seguridad de Honduras, Ramón Sabillón, quien fue despedido por Hernández como jefe de la Policía Nacional en 2014, dijo el martes que Hernández se había asociado “con cárteles para el tráfico y corromper a muchas instituciones públicas, (lo) que generó deterioro social y anuló la aplicación de la justicia en Honduras”.
Dijo que los principales cargos a los que se enfrenta Hernández en Estados Unidos son tráfico de drogas, uso de armas para el narcotráfico y asociación delictuosa para usar armas en el tráfico de drogas.
Los fiscales estadounidenses en Nueva York habían implicado repetidamente a Hernández como cómplice durante el juicio por narcotráfico de su hermano en 2019, alegando que su ascenso político fue alimentado por ganancias del narcotráfico .
Su hermano, Juan Antonio “Tony” Hernández fue condenado a cadena perpetua por cargos relacionados a drogas y armas en marzo de 2021. En su sentencia, el fiscal federal adjunto Matthew Laroche caracterizó los delitos como “tráfico de drogas patrocinado por el Estado”.
Hernández publicó una grabación de audio a través de Twitter a primera hora del martes en la que agradecía a sus seguidores. “No es un momento fácil”, dijo. “A nadie se lo deseo”.
Aseguró que sus abogados ya habían informado a la Policía Nacional que “estoy presto y listo para colaborar y llegar voluntariamente con su acompañamiento en el momento que el juez natural que designe la honorable Corte Suprema de Justicia así lo decida para poder enfrentar esta situación y defenderme”.
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