La violencia contra las las mujeres en México se manifiesta de muchas maneras en los espacios públicos, pude ir desde los comentarios incómodos y los tocamientos; hasta la privación ilegal de la libertad, las agresiones físicas, sexuales y, en el peor de los casos, el feminicidio. El clima de violencia obliga a muchas de ellas a modificar sus hábitos, vivir con miedo o buscar dispositivos o armas que les brinden alternativas de defensa personal.
No es coincidencia que en diciembre de 2021 el 70.3% de las mujeres tuvo una percepción de inseguridad en México; mientras que el 74.8% refirió sentirse insegura en el transporte público, según datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En el mercado existe una gran variedad de dispositivos de defensa personal para las mujeres que pueden ir desde aplicadores en spray en forma de labial con gas pimienta y bastones retráctiles, hasta armas blancas, de electrochoques y de fuego. Pero, ¿cuáles son más útiles? Y ¿qué peligros representan?
La mejor arma es la prevención
El experto en defensa personal y capacitación en seguridad de LAS Academy México, Elias Yarhi, comentó a Publimetro que antes que cualquier arma la mejor defensa siempre será la prevención.
Yarhi explicó que para lograr una correcta prevención, se debe crear conciencia de seguridad del entorno, es decir, “hacer nuestro el territorio”. El especialista abundó en que la clave para las mujeres está en observar y aprender las rutinas de su casa, su trabajo, las calles por las que transitan, e incluso, los vehículos a su alrededor.
Los artefactos
En la actualidad es muy fácil conseguir artículos de defensa en boutiques especializadas o a través de empresas dedicadas al comercio electrónico como Mercado Libre, Amazon o AliExpress. Entre las más populares están el gas pimienta, las alarmas de pánico y los paralizadores eléctricos.
El gas pimienta es de los artículos más versátiles de esta índole. Se puede encontrar en presentaciones como llaveros y en forma de labiales, que van desde los 60 hasta los mil 400 pesos, dependiendo de la cantidad y la presentación.
Las alarmas de pánico generalmente vienen en presentaciones prácticas como un llavero, y su costo puede variar, pero se pueden adquirir desde los 500 pesos.
Los paralizadores eléctricos, también conocidos como Taser (por la marca comercial que los hizo famosos), tienen costos dependiendo de la presentación y capacidad. Estos dispositivos también se venden en forma de llavero y su precio puede ir des de los 170 hasta los mil pesos, en adelante.
En el caso de las armas de fuego, el tema es un poco complicado y se tiene que tramitar un licencia de portación en la dirección general de Armas de Fuego y Control de Explosivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), cuyo costo ronda los 2 mil 450 pesos.
No obstante, al momento de elegir un arma se debe tener en cuenta la preparación sobre su uso, sus limitaciones y los riesgos que conlleva. Para Yarhi, siempre es mejor elegir marcas reconocidas. Sin embargo, asegura que toda arma funciona, siempre y cuando se tenga una alerta de prevención.
Para el especialista en defensa personal estar alerta es fundamental, pues si las amenazas no se detectan a tiempo, tal vez ni siquiera haya tiempo de sacar el gas pimienta.
Cabe señalar que el uso del gas pimienta y de los paralizadores eléctricos no están avalados por la ley. De acuerdo con el Registro Federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos, su uso es es exclusivo para las fuerzas del orden.
No obstante, existe un vacío legal por el que su uso se ha popularizado en los últimos años. El uso de estos dispositivos de defensa no está expresamente prohibido en el Código Penal Federal ni en el de la Ciudad de México, por lo que su uso se argumenta bajo legítima defensa.
Por otra parte, Yarhi no recomienda el uso de las armas de fuego sin tener la instrucción adecuada, pues en una situación de estrés esto puede resultar contraproducente.
Asimismo, se debe de tener mucho cuidado en elegir armas de fuego como método de defensa, pues en México la legítima defensa se rige por proporcionalidad, es decir, la defensa debe ser equivalente al riesgo que se enfrenta. En este caso, el uso de un arma de fuego solo se justifica como legítima defensa cuando se sufre de un ataque similar.
Finalmente, Yarhi, recomienda acercarse a academias con instructores certificados para el manejo de armas y defensa personal, que ofrecen cursos desde siete horas; reiteró que la mejor defensa es la prevención, pero ante cualquier ataque sugiere “no tener miedo, y defenderse con todo”.