CIUDAD DE GUATEMALA (AP) — Una jueza ordenó el viernes la libertad de dos ex auxiliares fiscales que el Ministerio Público de Guatemala acusaba de varios delitos, supuestamente por forzar la declaración de un testigo, pero la jueza no encontró evidencia incriminatoria.
Varias organizaciones defensoras de los derechos humanos habían denunciado que se trataba de una venganza contra las fiscales por su trabajo anticorrupción.
Alis Morán y Paola Escobar, ex auxiliares fiscales de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad en Guatemala (FECI), fueron dejadas en libertad y se preveía que salieran de prisión el viernes en la noche.
El caso de las dos auxiliares se suma a la detención de Siomara Sosa, exfiscal de la FECI, y la abogada Leily Santizo, exmandataria de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), también detenidas por otro caso y liberadas esta semana. De ellas también se solicitó fueran puestas en libertad por considerarse que estaban siendo acusadas sin fundamento.
En el caso de Morán y Escobar, la fiscalía argumentaba que, junto a otros fiscales, forzaron la declaración de una persona que luego de declarar se retractó y dijo que había sido forzada. La jueza a cargo las liberó de la acusación.
En el caso de Sosa y Santizo, la fiscalía pidió su detención por haber hecho una petición a una jueza, la cual les fue concedida, dentro de un expediente que tiene que ver con una investigación de la constructora Odebrecht y que está bajo reserva judicial. La fiscalía pedía que se aplicaran los cargos de obstrucción a la justicia y colusión, pero un juez no encontró evidencia del primer delito y las ligó a proceso para que sean investigadas por colusión.
Ambas abogadas participaron de varios procesos de alto impacto en Guatemala que derivaron en el encarcelamiento de empresarios, jueces, políticos y particulares acusados de diversos delitos de corrupción, por lo que se cree que las acusaciones que enfrentaban son infundadas y motivadas por el deseo de venganza.
