VARSOVIA (AP) — Incapaz de caminar o de mover la mitad de la cara después de ser herido por el mismo proyectil ruso que mató a su padre cuando intentaban huir de Kiev, un niño ucraniano de 13 años ha hallado una nueva esperanza en un hospital polaco.
Jan Godzinski, profesor en cirugía pediátrica del hospital T. Marciniak en la ciudad de Breslavia, en el suroeste de Polonia, dijo el jueves que el niño fue sometido a un escaneo detallado de diagnóstico para ayudar a los médicos a elegir el mejor tratamiento para Volodymyr.
“Lo que más me conmovió fue que sonrió cuando le dijimos que podíamos ayudarlo”, comentó Godzinski a la televisora privada TVN24 de Polonia.
Volodymyr resultó herido en los inicios de la invasión rusa, a finales de febrero, cuando un proyectil hizo blanco en el automóvil de su familia. Los médicos en Kiev pudieron salvarle la vida, pero necesita más cirugías y un tratamiento largo y especializado para las lesiones graves que tiene en la columna vertebral y en los nervios faciales, agregó Godzinski.
Los cirujanos también necesitan retirar los fragmentos de metralla que todavía tiene en su cuerpo.
Volodymyr y su madre, Natasha Karavanska, que resultó ilesa, fueron llevados el lunes al hospital desde Leópolis, en el oeste de Ucrania, mediante una ambulancia.
La vecina Polonia ha recibido más de 2,5 millones de refugiados de Ucrania y ha asignado 120 de sus hospitales para ayudar a atender a los heridos en la guerra. Llegan en un tren médico especial o en ambulancias.