MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Erdimi, líder de uno de los muchos grupos rebeldes que componen la UFR que atacaron Yamena en febrero de 2008 y cercaron al expresidente de Chad, Idriss Déby, en su palacio presidencial, ha aterrizado en el aeropuerto de la ciudad para asistir al proceso de diálogo nacional, según ha recogido el portal de noticias Alwihda.
El líder del Consejo Militar de Transición (CMT), Mahamat Idriss Déby, hijo del finado expresidente homónimo, tiene previsto inaugurar el próximo 20 de agosto, en compañía de la oposición política y la sociedad civil varios grupos de trabajo de cara al proceso de diálogo a nivel nacional.
El regreso del líder de la UFR coincide también con el retorno de otros líderes rebeldes que estaban en el exilio, incluido Gassim Cherif, al frente del Consejo del Comando Militar para la Salvación de la República (CCMSR), según ha recogido la cadena RFI.
El acuerdo de paz firmado en Doha, Qatar, entre la junta militar y las facciones rebeldes para iniciar un proceso de transición incluye una serie de compromisos, como un alto el fuego que entra en vigor desde la firma del texto, el cese de operaciones militares por parte del Consejo Militar de Transición o el proceso de desarme y desmovilización.
Asimismo, las partes se comprometieron a adoptar una ley de amnistía para los rebeldes, así como la puesta en marcha de medidas de seguridad, la renuncia a la lucha armada y la puesta en libertad de combatientes y miembros de las fuerzas de seguridad encarcelados, entre otros.
Chad se encuentra liderado por un Consejo Militar de Transición (CMT) encabezado por Mahamat Idriss Déby, quien asumió el cargo tras la muerte en abril de 2021 de su padre, Idriss Déby, en combates con los rebeldes del Frente para la Alternancia y la Concordia en Chad (FACT).
El CMT nombró en mayo de 2021 un nuevo Gobierno de transición en el que están integrados algunos opositores y con Albert Pahimi Padacké como primer ministro. Déby ha destacado que no busca eternizarse en el poder y ha prometido trabajar de cara a la estabilización del país y la celebración de elecciones.
La muerte del expresidente Déby --quien copaba el poder desde 1990 tras encabezar un golpe de Estado que derrocó al dictador Hissène Habré-- en plena ofensiva del FACT supuso un duro golpe para la estabilidad del país y de la región, debido a la importancia del territorio en la lucha contra el terrorismo internacional en el Sahel y la cuenca del lago Chad.
