EL CAIRO (AP) — Milicias patrullaban las calles casi desiertas de la capital de Libia el domingo, un día después de que combates mataron a más de 30 personas y pusieron fin a varios meses de calma relativa.
Los choques estallaron el sábado en la madrugada entre el gobierno basado en Trípoli y otros grupos armados aliados de una administración paralela que desde hace meses busca capturar la capital.
Los habitantes del país temen que los choques degeneren en una guerra total y vuelvan a sumir al país en el caos que caracterizó el conflicto anteriormente.
Libia cayó en el caos después de que un alzamiento, con ayuda de la OTAN, derrocó al dictador Moamar Gadafi en 2011. El país desde entonces está dividido entre dos gobiernos paralelos, cada uno con su propia milicia y con ayudas de potencias extranjeras distintas.
La crisis actual tiene sus raíces en el fracaso en celebrar elecciones en diciembre y la negativa del primer ministro Abdul Hamid Dbeibah a renunciar. Como respuesta, el parlamento basado en el este del país designó a otro primer ministro, Fathy Bashagha, quien ansía desde hace tiempo capturar Trípoli.
Los choques del sábado se centraron en el centro de la ciudad densamente poblado, con artillería pesada. Cientos de personas quedaron atrapadas y hospitales, edificios públicos y edificios residenciales resultaron dañados.