Segundas partes nunca fueron buenas y la baja asistencia en el arranque de las marchas de este domingo en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) pone en evidencia el desgaste que tiene la ciudadanía para continuar en esta batalla.
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Si bien se reporta la presencia de asistentes, en los estados de la República la afluencia es escasa; sin embargo, los asistentes mantienen su buen ánimo, y con pancartas, gorras y hasta banquitos se hicieron presentes.
Esto porque las marchas a favor y en contra del INE se han caracterizado por la guerra de cifras y mientras en la Ciudad de México la plancha Zócalo y sus inmediaciones luce llena, en el interior del país son pocos los manifestantes.
La mayoría con prendas blancas o rosas, por ser el color característico del instituto electoral, la gente que demanda mantener la estructura de un instituto autónomo gritó consignas en las principales plazas, principalmente “¡El INE no se toca!”.
Pese al buen ánimo de muchos simpatizantes del instituto, el desgaste entre la ciudadanía y el poco efecto que tienen estas manifestaciones hizo que en esta segunda marcha acudieran menos personas que en la primera edición.