MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Comisión de la Unión Africana, Musa Faki, viajará "inmediatamente" a Sudán "para entablar contactos con las partes con vistas a un alto el fuego", después de que se hayan producido varios días de enfrentamientos entre el Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
La Unión Africana, en un comunicado, ha pedido a Faki que "continúe utilizando sus buenos oficios para entablar contactos con las partes en el conflicto a fin de facilitar el diálogo y la resolución pacífica del conflicto en Sudán", al tiempo que ha elogiado su compromiso de viajar al país.
En este sentido, los miembros de la Unión Africana han pedido una misión sobre el terreno que busque el diálogo, al tiempo que ha pedido al presidente de la comisión que transmita esta decisión a las partes del conflicto, "en particular la exigencia de la UA de que se silencien las armas en Sudán".
Asimismo, ha indicado que "observa con grave preocupación y alarma los mortíferos enfrentamientos", que "han alcanzado un nivel peligroso y podrían escalar hasta convertirse en un conflicto en toda regla", mientras que ha condenado "enérgicamente el actual enfrentamiento armado" y ha pedido "a las dos partes un alto el fuego inmediato y sin condiciones", que ponga fin "a más derramamiento de sangre y daños a civiles inocentes".
Por ello, la UA ha exigido al Ejército sudánes y a las RSF "que adopten rápidamente una solución pacífica y un diálogo integrador" y "respetar los deseos del pueblo de Sudán de restaurar la democracia, el constitucionalismo, el Estado de Derecho y la libertad". También ha rechazado "enérgicamente cualquier interferencia externa que pueda complicar la situación" en Jartum.
Por último, ha instado a los países de la región a que apoyen los esfuerzos en curso para "devolver al país al proceso de transición hacia un orden constitucional", según se puede leer en la misiva de la organización.
Las principales organizaciones civiles y partidos políticos de Sudán han reclamado al unísono durante el fin de semana no solo el fin de los combates entre el Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), sino también el final de la "militarización" que ha dominado "el espacio público" el país durante décadas y, en particular, desde el derrocamiento hace cuatro años del dictador Omar al Bashir tras una revolución en la que los civiles fueron parte instrumental.
El país africano estaba gobernado antes del estallido de los combates por una junta liderada por el general Abdelfatá al Burhan que tenía como 'número dos' al cabecilla militar de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, alias 'Hemedti'. Las discrepancias entre ambos sobre la integración paramilitar en un futuro ejército unificado acabaron degenerando en este conflicto.
Tanto el Ejército como las RSF, cabe recordar, han sido acusadas de la comisión de matanzas y de un espectro de abusos de toda índole contra la población civil en los años que siguieron a la caída de Al Bashir.