BOGOTÁ (AP) — Los mercados en Colombia reaccionaron el jueves luego del drástico cambio de gabinete que realizó el presidente Gustavo Petro y especialmente a la salida del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, quien se había convertido en una suerte de “garantía” para los inversionistas.
El dólar superó la barrera de los 4.600 pesos colombianos por unidad -un aumento inusual de 100 pesos colombianos en la apertura-, en un día en que el precio de la divisa estadounidense estaba cayendo en casi todos los países de región. Además, los principales indicadores de la bolsa de valores se mantuvieron en rojo durante las primeras cotizaciones.
Petro envió un mensaje a través de su cuenta de Twitter intentando calmar los ánimos: “Con Ricardo Bonilla (el nuevo ministro de Hacienda) logramos superávit fiscal y mejorar las calificaciones de riesgo de Bogotá en mi alcaldía. Nada diferente sucederá en Colombia. El Banco de la República seguirá independiente”.
En diálogo con la emisora radial Blu Radio, Bonilla prometió mantener el equilibrio fiscal al margen de las inversiones que demanden las reformas sociales que propone el presidente Petro.
También sostuvo que respetará la independencia del Banco de la República, lo que responde a la idea que ha planteado el presidente Petro para que algunos gastos públicos -como la reparación a las víctimas del conflicto- se puedan financiar con la emisión de bonos o de billetes.
En dicha entrevista Bonilla advirtió que uno de sus principales objetivos será disminuir el hueco fiscal que ha generado el Fondo de Estabilización de los Combustibles, un mecanismo que se creó en Colombia en 2007 para disminuir la volatilidad de los precios internos y evitar que dependan de los precios internacionales del petróleo.
Según explicó Bonilla, en la actualidad el gobierno gasta cada año 30 billones de pesos (6.400 millones de dólares) para que los colombianos paguen un precio más económico por la gasolina. Ahora se buscará reducir la brecha, con lo cual el precio de la gasolina en los próximos tres años podría aumentar un 40%.
El futuro ministro reconoció que esa decisión generará alza en los precios y un mayor inflación, pero aseguró que es necesario que de manera progresiva se vaya cerrando esa brecha y que los colombianos paguen el valor real de la gasolina de acuerdo con los precios internacionales del petróleo.
El miércoles Petro cambió a siete de los 18 ministros de su gabinete después de haber advertido sobre la necesidad de conformar un “gobierno de emergencia”.
La medida fue tomada después de que tres de los partidos de gobierno en el Congreso -el Partido Liberal, el Conservador y el Partido de la U- no acompañaron la reforma a la salud propuesta por Petro. De hecho, la ministra de Salud saliente, quien encaró la reforma, fue una de las funcionarias más criticadas por la oposición.
Johan Mauricio Caldas, profesor de la facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana, dijo a The Associated Press que con estos cambios el presidente Petro “radicaliza su gobierno y termina los vínculos con partidos de la coalición”.
Por su parte, el abogado constitucionalista Juan Manuel Charry consideró que el presidente Petro queda con “un gobierno con minorías en el Congreso, que la va a tener muy difícil, que se va a quejar mucho y que va a acudir a la opinión y a las manifestaciones”.
