“Que empiecen a probar, que se adentren, que empiecen a leer”, pide enfáticamente Bárbara González, CEO de Bitso México, a Octavio Rivas, CEO de Publimetro, durante esta entrevista que busca desvelar las complejidades de una industria que la mayoría de la población mexicana no conoce o asume vagamente y que, sin embargo, resulta vital para hacer más eficientes sus finanzas personales.
Bitso es la empresa más grande en Latinoamérica en la negociación de criptomonedas.
La entrevista completa se puede ver aquí:
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¿Cuál es su función específica y dónde está?
— Ahorita opera en México, que fue el primer mercado. Luego, en el 2019, nos expandimos a Argentina, que fue nuestra primera aventura internacional. Creo que era un lugar donde los casos de uso eran muy comprobables, debido a las particularidades del mercado.
Muy rápidamente tomamos el liderazgo de la región en ese país. En el 2020, eventualmente, decidimos irnos a Brasil y en 2021 a Colombia. Poco a poco hemos ido expandiéndonos.
Poder replicar en otras jurisdicciones donde era una prueba para nosotros para ver si realmente lo que habíamos construido tenía la misma validez de lo que pensamos. Pero hoy, México sigue siendo el mercado primordial y la mayoría de nuestra operación sigue concentrada en el país.
Hicieron levantamiento de capital y se convierten en empresa “Unicornio”; en ese entonces dos mil 200 millones de valoración. ¿Cómo fue este proceso?
— Fue un proceso de locura. Al principio operamos con muy poca necesidad de capital externo porque éramos una compañía con poca necesidad de recursos; viene el ciclo positivo o el bull market, como le llamamos, de 2017 y principios de 2018. Ahí pudimos capturar mucho valor y fondear la compañía de forma positiva.
Luego, cuando yo entro justo a principios de 2018, empieza lo que llamamos “el invierno”. Viví todo el levantamiento de nuestra serie A —en 2019 y que fue muy pesada—, luego nuestra serie B —en el 2020 y fue la primera vez que entraron inversionistas del mundo tradicional—; entonces tuvo sus retos.
De repente, llega la Serie C y nuestro negocio había explotado por completo. Pasó de la noche a la mañana a tener 10 veces el volumen de operación, el número de clientes, el número de ingreso e ir al mercado. En ese momento fue muy interesante, porque fue la primera vez que el apetito existía del público inversionista por nuestro producto, porque veían el valor que tenía y veían lo atractivo que era para los usuarios.
Es una Fintech, no tiene sucursales, opera en línea. Son modelos disruptivos, pero platícanos, ¿cuál es la oferta de servicio que tiene hoy Bitso para toda Latinoamérica?
— Bitso es una empresa de servicios financieros que está impulsada por el poder de las criptomonedas. Nosotros nacimos hace nueve años, cuando la banca tradicional controlaba el mercado, no había ni siquiera un marco regulatorio para que empresas Fintech operaran, mucho menos cripto, reconocimos esta necesidad y empezamos a operar este proyecto porque sabíamos que existía una necesidad por nuevos productos financieros, distintos, eficientes y económicos.
Hoy en día, ofrecemos una suite de productos y servicios que ha ido reemplazando a aquellos productos y servicios que ya existían en el mercado tradicional, pero que eran ineficientes.
Ejemplos de estos son los pagos transfronterizos. Históricamente, por cómo funciona el sistema financiero, mover dinero entre naciones es muy complicado porque dependemos de la banca corresponsal, porque cada país tiene fronteras, tiene ciertos lineamientos o reglas distintas, hay países con controles de capital, hay países con controles de tipo de cambio.
Cripto, lo que te permite es que puedas mover el dinero de forma rápida y de forma globalizada de la misma manera que puedo mandar una foto a alguien que está en Polonia, puedo mover el dinero a alguien que está en Australia de forma inmediata.
Creamos, por ejemplo, estos rieles de pago para que la gente pueda hacerlo y hoy en día, estamos viendo cómo microemprendedores, freelances, o gente mandándole dinero a sus familias de forma inmediata, usando nuestros rieles. Solo el año pasado movimos 3.3 mil millones de dólares con estos rieles de pagos que hemos construido.
Tenemos el producto especulativo, que es como nace Bitso y empezamos con la plataforma de intercambio de criptomonedas más grande de Latinoamérica.
Hoy tenemos más de 50 activos que los usuarios pueden acceder donde es un mercado y pueden comprar y vender estos activos. Nosotros siempre decimos que son una master class de riesgo. Los usuarios tienen que tener la información correcta para poder hacer estas decisiones de compra o venta.
Explícanos qué es una criptomoneda y cómo se diferencia del modelo tradicional.
— Las criptomonedas son estos activos digitales que no son emitidos por un cuerpo central en ninguna de las naciones y que cumplen con distintas funciones para distintos objetivos. La primera —y la más conocida— es Bitcoin. Bitcoin nace hace 14 años por un grupo de personas —que no sabemos quiénes son— bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto.
Lo que buscaba Bitcoin era crear un medio de pago donde la emisión de la moneda no estuviera a merced de ningún gobierno y donde la gente pudiera mover estos activos de forma libre en el mundo. Hoy lo que vemos es que tal vez es ineficiente como medio de pago, pero puede ser un resguardo de valor o cumplir algunas otras funciones.
Lo que vemos es que son activos que se emiten y nadie controla. No importa en qué país estés, cuál sea tu edad, tu género o filiación política, el Bitcoin es para todos.
A raíz de Bitcoin, nacen nuevos protocolos que intentan iterar sobre la idea inicial de Bitcoin. Primero, mejorando parte de la ineficiencia que presentaba el protocolo Bitcoin, pero después para resolver problemas distintos. Hoy tenemos muchísimos diferentes protocolos que atienden diferentes necesidades. Hay una idea por atrás de hacer de estos una nueva clasificación de activos, en un sistema financiero democrático para todos y global.
¿Qué hace que suba o baje de valor el Bitcoin?
— Básicamente es oferta y demanda, como cualquier mercado; entre más oferta y menos demanda, pues los precios bajan y viceversa: cuando hay más demanda, los precios suben.
El Bitcoin es la recompensa que se le da a los mineros que están validando transacciones en el blockchain.
Blockchain es esta tecnología de balanzas que registran transacciones. Cuando se emiten estas recompensas llamadas “Bitcoin”, en el tiempo cada vez se van a emitir menos recompensas y por eso la oferta baja en el mercado. Eso crea ciertas tensiones en la oferta y en la demanda y eso hace que la apreciación de estas monedas o la depreciación llegue.
En realidad, lo que está respaldando esto es la tecnología. La tecnología del blockchain atrás de Bitcoin es lo que respalda esto y la gente está confiando en ella.
Hace unas semanas veíamos cómo parte del sistema bancario estadounidense colapsaba y ese fin de semana Bitcoin empezó a subir de precio porque la gente confía en esta tecnología.
Es una tecnología que ya está transformando nuestra vida en cosas que ni siquiera vemos y el símil que yo siempre hago es el Internet. Ahorita estamos en principios de los 2000 o su equivalente, donde ya tronó la burbuja del Internet y ahora ya empiezan todos estos casos de uso de la web 2.0, que hicieron el Internet lo que es hoy, al que todos estamos conectados 24/7.
¿Cómo ves a la banca tradicional?, ¿a qué se está enfrentando?, ¿podrá evolucionar?
— Hoy todavía hay una relación codependiente entre la banca tradicional y muchos de esos proyectos que están creciendo, porque al final del día las empresas que lideran siguen dependiendo de la banca tradicional. No creo que este sea, como en su momento lo veíamos con el correo y el email que iba a desaparecer. Yo creo que todo el movimiento fintech lo que está orillando es a reinventar a la banca tradicional y a reevaluar quién es su público.
Entender si por mucho tiempo han dejado de poner atención a ciertos grupos poblacionales que son extremadamente valiosos, a poner más énfasis en lo que el usuario quiere. La banca tenía todo el control y el usuario tenía que conformarse a lo que había, pero ahora hay tanta oferta que el usuario puede elegir su experiencia de usuario y, si no le gusta, se va a cambiar.
Eso está obligando a muchas de estas empresas tradicionales a invertir en la experiencia de usuario, en el servicio al cliente, a comprobar en todo momento, como la seguridad de los fondos. A una serie de iniciativas que, sin duda, son distintas y muy probablemente van atraer muy buenos beneficios porque van a evolucionar a un mundo mucho más digital, mucho más amigable.
Ojalá este movimiento lo que traiga a la banca tradicional sea una evolución muy sana, que ayude a que más mexicanos estén bancarizados y que pasemos de ese #paupérrimo 40% de la población adulta, a que nos acerquemos a que el 100% de nuestra población esté bancarizada.
¿Cuáles son los básicos que debes de tener en cuenta para cuando vas a entrar en el mundo de la Fintech?
— Lo más preciado que tenemos como empresa es la confianza de nuestros usuarios. Si un usuario te da 10 pesos o todo su patrimonio, tenemos la misma responsabilidad de proteger esa confianza que te está depositando.
Del lado del usuario, debe fijarse que la empresa en la que está confiando esté regulada, porque la supervisión que otorgan las autoridades es importantísima para asegurarse que tengan correctos protocolos de seguridad y de custodia, que tengan cumplimiento de políticas de prevención de lavado de dinero, que tengan sistema de identificación de fraudes, que tengan la correcta gobernanza y auditoría para que las empresas, realmente, estén haciendo buen uso y manejo de sus fondos.
Afortunadamente, hoy en día en el país contamos con los marcos legales que permiten que estas empresas tengan licencias; particularmente, la mayoría de las fintech tienen hoy en día licencias de Instrucciones de Tecnología Financiera [las ITF]; hay diferentes figuras ahí, pero ya tienen la supervisión de la Comisión Nacional Bancaria de Valores y del Banco de México.
Somos la única fintech que se ha conectado directamente al sistema SPEI, que es el sistema de pagos de nuestro país. Nosotros somos punta de lanza en esto de la regulación y el cumplimiento porque identificamos la importancia que tiene crear esta confianza con los usuarios, salvaguardar en todo momento los fondos de estos y que siempre los podamos proteger.
¿Qué sigue para las fintech en un plazo de cinco o 10 años?
— Yo sí creo que vamos a llegar a una realidad en donde todos estemos usando algún tipo de moneda digital en algún momento, ya sea una moneda digital de las que conocemos hoy en día, una moneda digital estable o en algún momento las famosas “cbdc”, que son estas monedas digitales emitidas por bancos centrales.
Siempre me gusta decir que cuando mis hijos empiecen a usar el dinero digan: “¿cómo que tu dinero era papel?”, que para ellos les parezca loco pensar en ese pasado porque la realidad es que estamos avanzando a pasos agigantados.
Ya hay mucha gente que tiene digitalizada su economía, que hace pagos entre personas o pagos transfronterizos o que ahorra con monedas digitales.
Por ejemplo, nosotros tenemos la capacidad de que los usuarios puedan ahorrar en dólares en nuestra plataforma, cosa que no se puede hacer como usuario mexicano en el banco y no solo eso, sino que obtengan rendimientos sobre sus dólares invertidos.
¿Por qué no estar invirtiendo y protegiéndote en contra de potenciales devaluaciones de la moneda? Creo que cada vez más vamos a ver cómo nuestra economía empieza a digitalizarse y estos criptoactivos empiezan a tomar más peso en la vida diaria de la gente.
Sin duda, nos falta mucho tiempo, pero como dije, el Bitcoin apenas es un adolescente. Nos falta tiempo para llegar a la edad adulta, pero un adolescente que tiene muchas ganas de crecer, está madurando y aprendiendo mucho.
Creo que, sin duda, vamos a ver cómo esta industria sigue creciendo a pasos agigantados y ojalá lleguemos a ese futuro donde mis hijos conozcan algo diferente.