La justicia investigará al agente de policía que mató de un disparo a un conductor de 17 años por “homicidio voluntario” tras dos días de incendios y protestas violentas que dejaron decenas de policías heridos, mencionaron las autoridades.
Unos 40 mil agentes participarán en el dispositivo nocturno para sofocar la violencia que se ha extendido por ciudades y pueblos desde el tiroteo.
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El asesinato de Nahel durante un control de tráfico quedó grabado en video, conmocionó a toda Francia y avivó las antiguas tensiones entre los jóvenes y la policía en los complejos de viviendas sociales y en otros vecindarios desfavorecidos en toda Francia.
Los manifestantes prendieron fuego a autos y edificios públicos en los suburbios del país y los disturbios se han extendido a otras ciudades.
“Los profesionales del desorden deben irse a casa”, dijo el ministro del Interior, Gerald Darmanin. “Esta noche habrá muchos más policías y gendarmes presentes”.
Unos 170 agentes resultaron heridos en los disturbios, pero ninguno tenía lesiones que pusiesen en peligro sus vidas, agregó. El fiscal de Nanterre, Pascal Prache, solicitó que el agente siga detenido, pero esa decisión corresponde a otro juez.
En una investigación inicial, Prache concluyó que “no se cumplieron las condiciones para el uso legal del arma”. El fiscal explicó que la policía trató de dar el alto a un auto con tres personas a bordo el martes. Nahel logró evitar el control de tráfico saltándose un semáforo en rojo, pero más tarde quedó atrapado en un atasco.
Los dos agentes implicados dijeron que sacaron sus armas para impedir que volviera a arrancar el vehículo.
El agente que realizó el único disparo indicó que quería impedir que el coche se marchara y temía que pudiese atropellar a alguien, incluidos él o su compañero, explicó Prache, añadiendo que ambos dijeron sentirse “amenazados” al ver que el auto se alejaba.
En Francia ya nombraron a dos magistrados instructores para que dirijan la investigación, indicó el fiscal. Ni la familia ni las autoridades han revelado el apellido de la víctima. En comunicados previos, sus abogados habían escrito su nombre como Nael.
Los primeros disturbios se registraron el pasado 27 de junio en la noche en el suburbio parisino de Nanterre, donde falleció Nael, y sus alrededores. El gobierno movilizó a dos mil agentes para mantener el orden, pero la violencia regresó al anochecer.
La policía y los bomberos trataron de contener a los manifestantes y extinguir los numerosos incendios provocados durante la noche que causaron daños en escuelas, comisarías, ayuntamientos y otros inmuebles públicos, según una vocera de la policía nacional. También se reportaron incendios nocturnos en numerosas ciudades.
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Los activistas franceses renovaron sus llamados para hacer frente a lo que consideran como abusos policiales sistemáticos, especialmente en vecindarios como en el que vivía Nahel, donde muchos de sus residentes luchan contra la pobreza y la discriminación racial o de clase. Funcionarios gubernamentales condenaron el asesinato y trataron de distanciarse de la actuación del agente.
Videos del incidente compartidos en internet muestran a dos agentes de policía asomados a la ventanilla del conductor de un coche amarillo antes de que el vehículo se alejara mientras uno de los agentes dispara por la ventanilla. Después se ve al coche estrellarse contra un poste cercano. El conductor falleció en el lugar, apuntó la fiscalía.
