Una noche hace 90 años, Aldie Mackay, gerente del hotel Drumnadrochit, irrumpió en el bar para decirles atónitos a los clientes que acababa de presenciar una “bestia acuática” en el lago Ness.
Fue este avistamiento, informado con entusiasmo en el Inverness Courier, lo que inició la creación de mitos modernos en torno a un monstruo escurridizo que sobrevive en las profundidades del lago Highland, y se espera que el próximo fin de semana cientos de entusiastas de Nessie participen en la caza organizada más grande de la misteriosa criatura en 50 años.
Organizado por el recientemente renovado Loch Ness Centre, voluntarios de todo el mundo participarán en persona y en línea en lo que se cree que es la vigilancia de superficie más grande, en busca de rupturas en el agua y cualquier movimiento inexplicable durante un período de dos días (26 y 27 de agosto).
En asociación con el equipo de investigación voluntario Loch Ness Exploration, la búsqueda contará con equipos de inspección que nunca antes se han utilizado en Loch Ness, incluidos drones para producir imágenes térmicas del agua desde el aire utilizando cámaras infrarrojas, así como un hidrófono para detectar señales acústicas debajo de la superficie.
El recientemente renovado Loch Ness Centre está ubicado en el antiguo hotel Drumnadrochit, donde trabajaba Aldie Mackay.
A lo largo de los años, los científicos y entusiastas aficionados se han esforzado por encontrar evidencia de un pez grande como un esturión que vive en el lago de 230 metros (755 pies) de profundidad, o incluso un reptil marino prehistórico como un plesiosaurio, pero sin éxito.
Alan McKenna, de Loch Ness Exploration, quien informará a los voluntarios en vivo desde el Centro Loch Ness cada mañana sobre qué buscar y cómo registrar los hallazgos, dijo: “Siempre ha sido nuestro objetivo registrar, estudiar y analizar todo tipo de fenómenos naturales”. comportamiento y fenómenos que pueden ser más difíciles de explicar.
“Esperamos inspirar a una nueva generación de entusiastas del lago Ness y, al unirse a este reloj de superficie a gran escala, tendrá una oportunidad real de contribuir personalmente a este fascinante misterio que ha cautivado a tantas personas de todo el mundo”.
Fraser Campbell, director de Cobbs Group, propietario del nuevo hotel Drumnadrochit, así como de otros sitios a lo largo de la A82, la carretera que bordea la orilla occidental del lago, dijo que el renovado interés en la leyenda del monstruo había llevado a “increíbles " reservas a lo largo de esta temporada de verano.
“Los hoteles y las atracciones para visitantes trabajando juntos es la forma en que vamos a sobrevivir”, dijo Campbell, mientras las Tierras Altas continúan tambaleándose por el impacto combinado del Brexit, la despoblación y la crisis del costo de vida.
El área tiene mucho más que ofrecer que un monstruo mítico, agrega: “En un extremo tenemos la montaña más alta del Reino Unido y en el otro las mayores áreas de agua dulce. Es un lugar increíble y cada estación es diferente”.
Paul Nixon, gerente general del Loch Ness Centre, dijo que parte del atractivo perdurable de la historia del monstruo del lago Ness era su accesibilidad: “Literalmente puedes detenerte al costado del lago y ser parte de él”.
Cronología
La primera mención de un monstruo en las cercanías del lago se remonta a la Edad Media, cuando se dice que el monje irlandés San Columba se encontró con una “bestia acuática” en el río Ness, que fluye desde el lago.
La noción atrajo la atención mundial en 1933, cuando el Inverness Courier informó sobre el avistamiento del gerente del hotel Aldie Mackay de una “criatura parecida a una ballena”, y más tarde en el mismo año, George Spicer le dijo al mismo periódico que vio “una forma más extraordinaria de animal” cruzar la calle frente a su coche y desaparecer en el lago.
Mackay admitió más tarde que sabía sobre la antigua tradición de una “bestia” en las cercanías del lago mucho antes de que ella misma afirmara haberla visto.
Desde la década de 1940, la criatura se conoce cariñosamente como “Nessie”.
En la década de 1960 se creó la Oficina de Investigación del Lago Ness y en 1972 llevó a cabo la búsqueda más grande del lago hasta la fecha.
En 1987, Operation Deepscan desplegó un equipo de sonar a lo ancho del lago y afirmó haber encontrado un “objeto no identificado de tamaño y fuerza inusuales”.
En 2018, un equipo internacional de investigadores de las universidades de Otago, Copenhague, Hull y Highlands and Islands realizó un estudio de ADN del lago, en busca de especies inusuales, y luego descartó la presencia de animales grandes que pudieran estar detrás de los informes. de un monstruo
