MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
"La abaya no tiene cabida en nuestras escuelas", ha sentenciado el lunes el ministro de Educación, Gabriel Attal, que ya el domingo adelantó una de las medidas que más polémica está generando de cara al inminente arranque del curso escolar. Según Attal, la medida es extensible a cualquier signo de índole religiosa.
La prenda hasta ahora había quedado en una especie de limbo en virtud de la ley de 2004 que prohíbe la exhibición de símbolos religiosos, pero Attal cree que es momento de avanzar en materia de laicidad. Así, ha prometido que el Ministerio de Educación dará este año formación específica a unos 14.000 directivos de centros educativos, con vistas a que se pueda llegar a 300.000 trabajadores por año.
Para el portavoz del Gobierno, Olivier Véran, la abaya "evidentemente" es un símbolo religioso. "Nosotros siempre hemos sido claros, la escuela es un templo de laicidad", ha defendido en una entrevista a la cadena BFM TV.
Voces conservadoras como el líder de Los Republicanos, Eric Ciotti, han respaldado la medida, mientras que otros políticos como el ultraderechista Eric Zemmour han dicho que es "un buen primer paso" mientras instan a seguir avanzando, por ejemplo con la "generalización" del uniforme.
El Partido Socialista, por su parte, ha lamentado que el inicio del curso escolar quede empañado por un problema que considera en cualquier caso menor, pero para Jean-Luc Mélenchon, de La Francia Insumisa (LFI), se trata de "una nueva guerra religiosa absurda", emprendida de manera "artificial".
El anuncio sobre la abaya llega pocos días después de la publicación, tanto en 'Le Figaro' como en otros medios, de las conclusiones de un informe de los servicios estatales que revela una explosión de lo que describen como "ataques al laicismo" en las escuelas. Así, se realizaron 4.710 informes a este respecto durante el curso escolar 2022-2023, frente a 2.167 en el curso 2021-2022.