El tercer debate esta noche entre los aspirantes a la candidatura presidencial republicana se centrará en la política exterior y la guerra entre Israel y Hamás, en un evento en que los candidatos tratarán de acortar la ventaja que les lleva Donald Trump a pesar de que el expresidente no estará allí en persona.
Trump nuevamente ha optado por no presentarse, diciendo que no lo necesita porque tiene una ventaja cómoda con respecto a los demás. En lugar de ello, realizará un mitin en un suburbio cercano.
A pocos meses de las asambleas de Iowa en enero, ninguno de los aspirantes ha podido superar el dominio que tiene Trump sobre las primarias. Muchos han intentado atacar a uno de los otros, tratando de posicionarse como alternativa viable al expresidente, enfatizando sus diferencias en cuanto a la política exterior pero también denunciándolo por haber criticado al primer ministro israelí y por haber dicho que un grupo libanés que ataca a Israel es “muy inteligente”.
El estratega republicano David Kochel, quien ha sido asesor de campañas presidenciales pasadas, dijo que a pesar de la ausencia de Trump, el debate le ofrece oportunidades de destacarse a otros como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, o la exembajadora ante Naciones Unidas, Nikki Haley.
“Creo que aun si él no está en el escenario y básicamente los demás están peleándose por un segundo lugar, creo que vale la pena”, estimó Kochel. “Porque si esta contienda no se reduce pronto a dos candidatos, ¿quién sabe cómo será la dinámica?”
Añadió que si bien Trump domina la contienda “todavía hay muchos votantes en Iowa y Nueva Hampshire que están abiertos a considerar a otro”.
Hasta ahora, sin embargo, Trump sigue teniendo una cómoda ventaja ante los demás pese a enfrentar cuatro procesos penales y uno civil de fraude, por las prácticas de su compañía y en el cual testificó en Nueva York esta semana.
Su campaña ha tratado de vencer a DeSantis en el estado de residencia de ambos, Florida, y ha dicho públicamente que desea anotarse victorias aplastantes temprano para tener asegurada la nominación.
La rivalidad entre DeSantis y Haley se ha intensificado en las semanas recientes. Haley ha estado subiendo en una encuesta en Iowa y ha atraído renovado interés de donantes y votantes. Las dos campañas se han atacado en torno a la guerra en Israel y la relación entre Estados Unidos con China, en momentos en que los republicanos asumen una postura cada vez más antagónica hacia la potencia asiática.
Ambos candidatos también discrepan en cuanto al derecho al aborto, un talón de Aquiles para los republicanos desde que la Corte Suprema anuló en junio pasado el derecho de la mujer a decidir sobre su embarazo. Los partidarios del derecho al aborto lograron grandes victorias el martes en elecciones en varios estados.
