Pese a las prohibiciones emitidas por las autoridades de diferentes órdenes de gobierno en relación al uso de pirotecnia, algunas personas continúan comprando fuegos artificiales durante las fiestas patrias y ahora para la próxima celebración de Navidad y Año Nuevo.
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En diferentes puntos del país se ofrece una variedad de cohetes que resultan atractivos para los consumidores, especialmente niños. Recientemente, se ha comercializado uno conocido como “Cara del Diablo”, que debe su nombre a su forma triangular con cuernos, de color negro y ojos color rojo.
A diferencia de otros cohetes, el “Cara del Diablo”, además de pólvora, los fabricantes incorporan óxido de aluminio, y fuentes aseguran que algunos contienen dinamita en lugar de pólvora. Aunque su explosión extremadamente ruidosa no es visualmente llamativa, emite humo de color negro y gris.
En las redes sociales, circulan videos que dan muestra de la potencia destructiva del “Cara del Diablo”, donde además la venta del mismo se realiza al por mayor y se puede adquirir por un precio que oscila entre los 80 y los 180 pesos.
Víctimas mortales
A principios de 2023, se reportó la muerte de un niño de seis años en la comunidad de Cañada Ancha en Ramos Arizpe, Coahuila. El niño encendió el cohete que tenía la mecha demasiado corta, explotó de inmediato, sin darle tiempo para alejarse. Las graves quemaduras le provocaron la muerte a Johan.
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Otro incidente ocurrió en Reynosa, Tamaulipas, donde un hombre perdió la vida después de encender el “Cara del Diablo” y el cohete le explotó en la cabeza. A pesar de los llamados de alerta, el cohete se sigue comercializando.
