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“El rock de la cárcel”, narra el día que Durazo encarceló a José Agustín en Lecumberri

El propio relato del escritor mexicano cuenta que fue señalado como miembro de la Terrible Banda Internacional de Narcotraficantes

Luego de compartir el estado delicado de salud en el que se encontraba el escrito José Agustín Ramírez, este martes 16 de enero, su familia a través de redes sociales confirmó su deceso a los 79 años.

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El autor fue reconocido por obras como ‘De Perfil’, ‘Ciudades Desiertas’ y ‘La Tumba’, así como con varias distinciones, entre ellas el Premio Nacional de Lingüística y Literatura en 2015.

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A pesar de haber sido un hombre de pocos escándalos, estuvo envuelto en uno algo llamativo, el momento en el que Arturo Durazo Moreno lo encarceló, así lo narra el propio José Agustín en su autobiografía ‘El rock de la cárcel’.

Dicho suceso ocurrió después de que el periodista grabó la película ‘Ya sé quién eres’, pues fue en esta época que el escritor decidió salir de viaje a Acapulco junto a su esposa Margarita Dalto, y durante el regreso a la Ciudad de México, un 14 de diciembre de 1970 pasó a visitar a su amigo Salvador Rojo, compositor del tema principal de la película antes mencionada.

Según el relato del propio periodista, en esta visita ambos fumaron marihuana, un aproximado de 60 gramos cerca de la panza del Tepozteco, misma que se les hizo fácil guardar dentro de una lata de leche en polvo.

Él jamás imaginó que esto lo metería en problemas, José Agustín no esperaba que cerca de diez agentes federales armados, dirigidos por el comandante “El Negro” Durazo, jefe del Departamento de Policía y Tránsito del Distrito Federal, ingresaran a la casa para arrestarlo, llevándose primero a él a un cuarto donde también se encontraba Beto, el hermano de un escultor a quien su amigo le rentaba un cuarto.


Las autoridades le enseñaron la lata de leche en polvo mientras le cuestionaban “si era suya”, a lo cual él no respondió que no. Sin embargo, Beto aprovechó para explicarle que era “una onda de mota”, pero que ellos no tenían nada que ver, por lo que él pensaba que los dejarían ir.

Ese mismo día, el ensayista se enteró de que por la mañana los mismos agentes en compañía de Durazo habían arrestado en la Catedral de la Ciudad de México a varios amigos del hermano del escultor, ya que planeaban vender 17 kilos de marihuana. El único que había logrado escapar había sido Beto, quien fue a pedirle ayuda a su hermano que vivía en casa de Salvador Rojo.

José Agustín parte de una banda delictiva

Sin contar con las pruebas necesarias e investigar si José Agustín y su amigo Beto eran cómplices, “EL Negro” Durazo dio la orden de llevarlos a la Procuraduría General de la República (PGR) para pedirles sus datos, fotografiarlos con los kilos de marihuana y considerarlos parte de una banda delictiva.

El autor tuvo que aceptar que la lata eres suya para que dejaran libre a Margarita, sin embargo, las autoridades se empeñaron en afirmar que era miembro de la Terrible Banda Internacional de Narcotraficantes, por lo que terminó en el Palacio de Lecumberri, prisión donde también estuvo David Alfaro Siqueiros.

José Agustín describió que su experiencia en la cárcel lo hizo conocerse bien y lo impulsó a regresar a la literatura: “La cárcel es lo más espantoso que me ha ocurrido, pero por otro lado fue un empujón grandísimo que me dio el destino para poder seguir adelante y no estancarme.”


Finalmente, salió un sábado 7 de julio de 1971 gracias a Angélica Ortiz, madre de la cantante Angélica María, quien pidió al entonces secretario de Gobernación, Mario Moya Palencia, que interviniera en su favor.

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