Francisco Javier Mares, también conocido como “Paco Verrugas” o “El Gordo”, es un personaje notorio dentro de La Unión Tepito. Fue detenido por la policía y se le identifica como la mano derecha de líderes criminales como “El Barbas” y “El Tomate”. Se le relaciona con delitos graves como narcomenudeo, extorsión, homicidio, secuestro y cobro de piso.
Su notoriedad cobró mayor relevancia después de que elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX hallaron un “altar satánico” en una propiedad ligada a “Paco Verrugas”, con figuras alusivas al diablo y se presume que los miembros de La Unión Tepito, incluido “El Verrugas”, rinden culto a estas figuras. Durante un operativo policial, se aseguraron drogas y se encontraron estos altares, lo que sugiere que la adoración a entidades satánicas podría estar relacionada con sus actividades criminales.
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La adoración a Satanás
La presencia de altares satánicos en propiedades asociadas a “El Verrugas” y La Unión Tepito es un detalle llamativo que destaca en la capital. Esto no solo refleja las creencias y rituales de los miembros del cártel sino que también agrega un elemento de misticismo y oscuridad a sus actividades delictivas. Este tipo de prácticas tiende a captar la atención del público y de los medios, por su naturaleza inusual y por la curiosidad que suscita.
¿Qué es La Unión Tepito?
La Unión Tepito es una de las organizaciones criminales más prominentes de la Ciudad de México. Se ha involucrado en una variedad de actividades ilícitas, incluyendo narcotráfico, extorsión y secuestro. Su influencia se extiende principalmente en Tepito y áreas circundantes. La Unión ha sido un desafío para las autoridades debido a su estructura compleja y a la rápida rotación en su liderazgo.
El narco en la Ciudad de México
El narcotráfico tiene una presencia fuerte en la Ciudad de México debido a la existencia de grupos criminales bien organizados como La Unión Tepito. Estos grupos han tejido redes extensas para la distribución de drogas y otras actividades ilícitas, creando un entorno desafiante para las autoridades.
Pese a esfuerzos significativos, como la detención de 1,639 presuntos líderes y operadores criminales y la desarticulación de 191 células delictivas entre 2020 y 2022, las denuncias por narcomenudeo han mantenido una tendencia al alza. Entre enero y mayo de 2022, se registraron 2,072 denuncias por narcomenudeo, un aumento del 4.3% en comparación con el mismo periodo en 2021. Este incremento evidencia que, a pesar de las acciones de seguridad, el narcomenudeo sigue siendo una constante en la dinámica delictiva de la ciudad.