El 2024 ya ocupa el tercer lugar histórico en contingencias ambientales en la Ciudad de México, pues con la activación de la octava emergencia por la mala calidad del aire, empató al año 1992 (que tuvo ocho contingencias), y se encuentra a cuatro más, de llegar al máximo que se haya registrado.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) que datan desde 1988, el año de 1993, fue en el que hubo más contingencias ambientales en la Zona Metropolitana del Valle de México con 12; le secunda 2016 con 10 emergencias; seguido de 1992 y –ahora– 2024 con ocho activaciones por mala calidad del aire, en su mayoría, por ozono.
Con estos datos, ya se cumplió el pronóstico de la Sedema, que en febrero pasado consideró que se activarían entre tres y ocho contingencias ambientales para la temporada de ozono, que se presenta de febrero a junio (previo al comienzo de la temporada de lluvias) y se inserta en la temporada climática “seca-caliente”.
En este periodo se presentan sistemas anticiclónicos y ondas de calor que producen altas temperaturas, radiación solar intensa, baja nubosidad y vientos débiles, condiciones climatológicas que favorecen la formación de ozono y su acumulación en la zona suroeste del Valle de México.
Para Ricardo Torres, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, esta tendencia podría seguir en aumento debido a las altas temperaturas que han azotado a la capital del país, pero sobre todo, por los “compuestos orgánicos volátiles”, conformados por las fugas de tanques de gas y las evaporaciones de gasolina y solventes.
El experto advirtió a Publimetro que en la Ciudad de México es más factible la alta formación de ozono comparado con otras metrópolis debido a las altas temperaturas, incendios y a la mezcla de cientos de compuestos orgánicos volátiles, “esta mezcla de hidrocarburos que son cientos, no solo uno o dos, son muchísimos; y en consecuencia el ozono inmediatamente se dispara”.
Sin embargo, alertó que pasando la temporada de lluvias viene el último trimestre del año (octubre, noviembre y diciembre), en el que nuevamente podría activarse alguna contingencia ambiental, lo que aumentaría el número de emergencias por la mala calidad del aire en este 2024.
Medidas a seguir
El investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM dijo que lo esencial sería que las autoridades capitalinas se enfoquen en los factores “antropogénicos”, es decir, tener un control de política ambiental más enfocada a un punto de vista “científico” para evitar los altos niveles de ozono.
Dijo que se debe poner más enfoque de control en las fugas de los tanques de gas LP; en la evaporación excesiva de gasolina; en el uso de solventes que tienen los capitalinos; y de ahí crear medidas efectivas.
Añadió que lo que sucede es que, si bien, la Secretaría de Medio Ambiente tiene implementada la verificación, resulta que muchos vehículos que ingresan a la Ciudad vienen de estados que tengan otro sistema de control que afecte al medio ambiente. “Hace falta que se unifique todo y realmente tomen compromiso cada una de ellas”.
‘Hoy No Circula’ no sirve
El doctor Ricardo Torres también afirmó que el programa ‘Hoy No Circula’, que prohíbe la circulación de distintos vehículos cuando se activa una contingencia ambiental, realmente no sirve.
Aseveró que la química que forma el ozono no depende del límite de automóviles, por lo que reiteró la importancia de enfocarse en los “compuestos orgánicos volátiles”.
“Desafortunadamente no, el ‘Hoy No Circula’ no funciona realmente para disminuir el ozono, la situación es que la química que forma el ozono no depende del límite de automóviles o no, si así fuera, los sábados y domingos o durante la pandemia –que no había tantos carros circulando– hubieran bajado los niveles de ozono y no fue así”, explicó.
Afectaciones a la salud
El experto advirtió que el ozono puede afectar a la salud de las personas, debido a que es un irritante muy fuerte. Dijo que cuando uno respira, inmediatamente las concentraciones altas tienen una irritación muy fuerte en la garganta, en las vías respiratorias superiores.
Cambios en medición
Las contingencias ambientales que activa la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) en el Valle de México han sido más estrictas con el paso del tiempo. La medición de las partes por billón (ppb), que evidencian la presencia de contaminantes en el aire, ha sido más rigurosa durante los últimos años.
Desde hace más de 30 años a la fecha, los parámetros de medición sobre las partículas o partes de concentración de contaminantes en el aire han evolucionado para proteger la salud de los capitalinos.
1990: 294 ppb
2011: 199 ppb
2016 - 2024: 155 pbb