Economía

¿Cómo evitar que un crédito se convierta en un dolor de cabeza?

Seis de cada 100 mexicanos sufren por tantas deudas y créditos que arrastra. Aquí te decimos cómo solucionar el problema

Tener un crédito o préstamo puede ser un dolor de cabeza para seis de cada 10 mexicanos, debido al estrés financiero constante que les provocan las deudas que arrastran durante todo o la mayor parte del año.

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), reveló que –al menos– 57% de los adultos mexicanos padece los estragos del estrés financiero.

Precisó que la mayoría de los usuarios del crédito está atrapada en el “infierno de los pagos chiquitos” y el “laberinto de los meses sin intereses” y, la afectación llega a tal grado que ya no saben cómo terminar con tantos préstamos.

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“El estrés financiero que es un estado de angustia y ansiedad casi permanente, donde la persona se pasa muchas horas del día pensando cuánto dinero debe, cómo pagar y cómo llegar a final de semana o quincena”, señaló el presidente de la Condusef, Óscar Rosado Jiménez.

Un préstamo no es dinero propio

La plataforma de préstamos personales en línea Creditea señaló que es muy importante no crear confusiones y dejar de pesar que el crédito es dinero propio o una extensión del salario.

“Es importante tener presente que un préstamo no es dinero tuyo, sino que se trata de un recurso que le pides prestado a tu yo del futuro, con la ayuda de una financiera, un banco o una fintech.


“Si no tienes presente esta visión, es seguro que en el futuro sufras por pagar un dinero del que el yo del pasado dispuso, sin tener el cuidado necesario de dejar un fondo para sobrevivir”, explicó.

¡6 Tips! Que tus prestamos no sean un problema

Para evitar que tus préstamos y créditos se conviertan en un dolor de cabeza o un problema grave para tus finanzas, Creditea te recomienda:

1. Evita caer en fraudes

Investiga si la institución de crédito que te ofrece el préstamo está registrada o regulada por las autoridades como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y asegúrate de que se trata de estafadores.

Verifica que exista un contacto de parte del banco, institución o plataforma financiera con quien puedas entablar comunicación, así como una sede social o establecimiento, teléfonos o, bien, personal que pueda atender tus dudas.


Si contratas en línea, verifica que ser trate de una página web segura, con su correspondiente aviso legal y condiciones de uso perfectamente identificadas. La URL o dirección electrónica debe iniciar con el prefijo https, en lugar del clásico http, para garantizar que el intercambio de datos personales o bancarios será encriptado.

2. No gastes un dinero que aún no recibes

Procura hacer tus planes de gasto o contratación de un préstamo partiendo del dinero que tienes o que usualmente recibes, si cuentas con una fuente de ingresos fijos como tu salario.

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Es sano tomar en cuenta los bonos de productividad, aguinaldo y reparto de utilidades, pero nunca debes rebasar dicho monto. También debes tomar en cuenta los gastos imprevistos.

3. Sé puntual en tus pagos

La puntualidad en tus pagos no solo te ayuda evitar que pierdas el control de tu deuda y que el monto crezca como bola de nieve, sino que también te ayuda a obtener el reconocimiento de tu acreedor.

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Por ello es importante estudiar las condiciones de pago: tasa de interés, comisiones, seguros, penalidades y cargos extra; compara estos datos en tres o cuatro instituciones o plataformas online.

4. Mantén control de tus gastos con una lista

Siempre es importante tener un control de lo que compras a crédito a través de una lista, que te permita identificar qué tienes y qué debes. Cuando llegan las temporadas clave como El Buen Fin o el Hot Sale, indudablemente aparecerán promociones muy atractivas. Pero antes de adquirir cualquier cosa, lo primero es verificar que no rebases tu capacidad de endeudamiento o pago.

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La Condusef recomienda que las mensualidades de tu crédito y préstamo, preexistentes y futuros, no rebasen o comprometan 30% o máximo 35% de tu salario e ingreso disponible.

5. Establece una meta de ahorro específica

Una cuenta de ahorro es una herramienta que te puede ayudar a mantener finanzas sanas. Si a la par del pago de tu crédito, ahorras una cantidad de dinero, estarás asegurando de que tu yo del futuro no se quede sin recursos por pagar tus deudas.

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“Una cuenta de ahorro te puede ayudar a adelantar pagos, lo que se traduce en más beneficios al liquidar pronto, además de que contarás con un fondo que podrías combinar con un crédito futuro para adquirir algo de mayor valor, con la garantía de que podrás pagarlo sin mayor problema”.

6. Cuida los imprevistos y gastos innecesarios

Recuerda que en la vida nada es seguro. Los imprevistos están a la orden del día y un accidente, un gasto médico o quedarte sin trabajo son factores que podrían cambiar tu situación en cualquier momento.

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Por esto último, debes asegurarte de contar con un fondo de respaldo. De igual forma, evita gastos innecesarios y antes de comprar cualquier producto o servicio piensa: ¿Lo necesito? ¿Lo puedo pagar sin que afecte mis finanzas? ¿Me afecta si no lo compro? Si la respuesta es no, lo mejor es guardar prudencia y esperar a que haya una mejor ocasión.

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