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“El agua nos quitó todo”: La tragedia de varias familias en Guerrero

La familia Rodríguez pensó que la tormenta John no sería tan destructiva y decidieron permanecer en su hogar

Tras varios días de intensas lluvias que trajo la tormenta tropical John, “el agua nos quitó todo”, lamentó Samuel Rodríguez, de 12 años, quien relató la difícil situación que atraviesa su familia en Coyuca de Benítez para El Universal.

Pese a la destrucción de su hogar, que fue arrastrado por el arroyo local, ninguno de los miembros de la familia resultó herido al momento de la evacuación. No obstante, sus dos hermanas han contraído dengue, su padre padece necrosis en la pierna debido a un corte con una lámina, y su madre enfrenta una profunda depresión, afectada por un año de adversidades climáticas en Guerrero.

Lo perdimos todo, una vez más, en menos de un año”, reiteró Samuel, evidenciando la difícil realidad que enfrenta su familia compuesta por ocho miembros que vivían en tres casas en el mismo terreno; sufrieron la pérdida del techo durante el paso del huracán Otis el 22 de octubre de 2023.

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La familia de Samuel pensó que la tormenta John no sería tan destructiva, y decidieron permanecer en su hogar. Sin embargo, el agua pronto alcanzó casi dos metros de altura, obligándolos a huir a una escuela primaria que fue habilitada como albergue temporal.

Samuel se encuentra en la escuela, pero visita diariamente su hogar en busca de pertenencias perdidas aún con los problemas de salud que padece: “Tengo el talón blandito, no puedo jugar fútbol. Entre los dedos tenemos unos granitos, como con costras”. Dicha condición se debe a la falta de higiene en un entorno inundado.

Comunidad de Vicente Guerrero

Dicha localidad se encuentra en una situación similar, las calles están cubiertas de lodo, escombros y objetos personales, mientras el olor de animales muertos persiste en el aire. Los habitantes del lugar han tomado la iniciativa de cremarlos para evitar enfermedades infecciosas, financiando la compra de diésel mediante cooperaciones significativas.


Casas derrumbadas, vehículos volteados y postes de luz caídos son solo algunos de los estragos visibles. La Guardia Nacional se mantiene en la zona para garantizar la seguridad, restringiendo el acceso de vehículos pesados debido a la inestabilidad del terreno.

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