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Turquía: aliado de Occidente, amigo de Rusia

Tuquía, uno de los miembros más antiguos de la OTAN, cultiva una amistad estratégica con Rusia. ¿Quiere apartarse Ankara de Occidente, o persigue otros fines?El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, fue un huésped especial de la cumbre de los BRICS en la ciudad rusa de Kazán. No es la primera vez que participa en uno de esos encuentros como observador, pero ahora su presencia adquirió mayor relevancia, debido al interés de Turquía de incorporarse al grupo.Si realmente se adhiriera, sería el primer país de la OTAN en formar parte de los BRICS.

En Kazán, Erdogan se reunió con el presidente ruso, Vladimir Putin, para sostener una conversación bilateral. El encuentro se vio ensombrecido, sin embargo, por un atentado contra la empresa turca de navegación aeroespacial TUSAS,cerca de Ankara, del que Turquía responsabilizó al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Erdogan y Putin condenaron conjuntamente el atentado y el presidente turco llamó varias veces a su anfitrión "mi estimado amigo”. Por su parte, Putin destacó el papel de Turquía en la superación de problemas globales.

La estrategia de Turquía

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Dentro de la OTAN, sobre todo Turquía mantiene abierta la comunicación con Putin. Ankara posee el segundo mayor ejército dentro de la alianza y resguarda su flanco sudoriental, estratégicamente relevante.

Erdogan desarrolla desde hace años una política exterior cada vez más independiente, dirigida a fortalecer el papel de Turquía en el escenario internacional. "La profundización de las relaciones con Rusia es solo una parte de la estrategia turca con respecto a los BRICS. La cumbre de Kazán ofreció también oportunidad de encontrarse con los gobernantes de China e India, así como de las repúblicas de Uzbekistán y Azerbaiyán, estrechamente ligadas a Turquía, para discutir sobre proyectos regionales”, explica Zaur Gasimov, experto de la Universidad Turco-Alemana de Estambul.

En un reciente discurso, Erdogan afirmó que, en vista de las tensiones regionales, es necesario mantener un equilibrio en las relaciones internacionales. Y afirmó que Turquía no dará la espalda ni al Oriente ni a Occidente.

¿Membresías incompatibles?


Pero esa postura ha provocado críticas de parte occidental. Muchos países de la OTAN ven una membresía en los BRICS en potencial conflicto con los principios de la alianza atlántica, sobre todo debido al papel destacado de Rusia y China. Y surgen así dudas acerca de la compatibilidad de una pertenencia a ambas organizaciones.

"Yo no vería una posible entrada de Turquía a los BRICS como una reorientación del país que lo aleje de Europa”, dice Zaur Gasimov. Hace notar que los BRICS no son una alianza militar, y su foco apunta hasta ahora al sector bancario. No existe un ejército ni hay ejercicios militares en el marco de la organización. Según el experto, es comprensible que Ankara quiera diversificar su política exterior, sobre todo en el campo económico.

Turquía busca plataformas alternativas, argumentando, entre otras cosas, que ha esperado décadas, infructuosamente, que la UE le abra sus puertas. Al mismo tiempo, crece la importancia de los BRICS, cuyos socios fundadores cuestionan cada vez más el orden mundial occidental. Ese ánimo también se refleja en Turquía.

Entre la OTAN y Rusia

Berk Esen, politólogo de la Universidad Sabancı de Estambul, indica que el anclaje de Turquía en Occidente se pone cada vez más en tela de juicio. Hace notar que se ha reducido visiblemente el respaldo a la UE y que se tiene una percepción aún más negativa de Estados Unidos.

Según Esen, Turquía se encuentra en una especie de "zona gris”. Pero su interés por ingresar a los BRICS no debe interpretarse, a su juicio, automáticamente como un apoyo a países como China o Rusia. Su estrategia apunta a confiar, sobre todo, en sí misma.


Rusia no es realmente popular entre los turcos. Según un estudio del instituto demoscópico turco IstanPol, de 2022, muchos ven a Rusia como "enemigo” de Turquía en el contexto internacional, junto a Estados Unidos, Israel y Grecia. Por otra parte, de acuerdo con una encuesta del centro de análisis EDAM, de Estambul, en 2018 sólo el 24,7 por ciento de los turcos estaba a favor de permanecer en la OTAN, cifra que aumentó al 41,1 por ciento en 2021. En cambio, el respaldo a una cooperación con Rusia en materia de política de seguridad bajó drásticamente en el mismo período, del 22,1 a solo un 2 por ciento.

(ers/gg)

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