La Oficina de Defensoría de los Derechos de la Infancia (ODI) alertó que pese a las afectaciones que conllevan los casos de violencia sexual en las escuelas de México, no es posible contar con una cifra real sobre este fenómeno debido a la omisión de las autoridades.
En conversación con Publimetro, Gabriela y Benjamin, productores del podcast ‘Es un secreto’, que aborda el tema de abuso sexual infantil en escuelas de México, señalaron que la falta de cooperación del Estado y autoridades, “no permiten conocer la cifra real” de víctimas, convirtiéndose en “un fenómeno que afecta a cientos de menores y que ocurre en un espacio donde se supone que están seguros”.
La violencia sexual infantil organizada dentro de escuelas es un problema que incrementó a lo largo de la república mexicana en instituciones privadas y públicas, durante los últimos años debido a que las redes delictivas cada vez van tomando más el poder de instituciones académicas mientras las autoridades de la pasada administración y el actual gobierno, hacen caso omiso a las denuncias de las víctimas.
Las investigaciones y reportes publicados por la Oficina de Defensoría de los Derechos de la Infancia (ODI), documentan casos en los que niños y niñas de entre tres y cinco años narran situaciones de violencia extrema en jardines de niños de al menos 12 estados del país.
En el informe, la ODI señala que en al menos dos casos, ante un total de 27 instituciones, las escuelas públicas parecen haber sido “capturadas” por grupos delincuenciales, involucrando a directores, maestros y personal de intendencia.
“Este nivel de infiltración es alarmante porque las escuelas deben ser el lugar más seguro para los niños, pero estas instituciones fueron el sitio donde se planificaron y ejecutaron abusos”, explicó Gabriela.
Además, la productora añadió que estas investigaciones muestran que el abuso no se limita a una o dos víctimas, sino que en muchos casos involucra a decenas de niños por escuela. “Hemos visto casos en 11 estados de México, con 10, 12, hasta 24 víctimas en cada escuela, y casi siempre en casos de abuso colectivo donde hay cámaras involucradas, disfraces, jeringas y drogas”, mencionó.
Silencio sospechoso de autoridades
Uno de los hallazgos más controversiales del informe de la ODI, es la implicación de múltiples actores dentro de las escuelas, desde personal directivo hasta intendencia, mostrando una red de abuso sistemático.
Gabriela explicó que “todo el personal escolar participa de los abusos; estamos hablando de escuelas donde actúan siete o diez agresores al mismo tiempo, desde la directora hasta pasantes. La escuela parece estar organizada para facilitar estos crímenes”, aseveró.
Con ello, este supuesto nivel de complicidad y silencio institucional encendió las alarmas sobre el alcance del crimen organizado en las propias instituciones educativas, ya que la omisión no solo recae en los responsables de estos abusos dentro de las escuelas, sino que la SEP, al recibir órdenes judiciales que indican tomar acciones específicas para prevenir y atender los abusos, ha optado por ignorarlas.
“La SEP tiene un papel extraño y sospechoso, optando por el silencio. Esto no solo frustra los esfuerzos por prevenir estos crímenes, sino que genera una atmósfera de complicidad institucional (...) uno de los enormes problemas de la Secretaría de Educación Pública es que se niega a compartir los expedientes de los profesores y de los trabajadores escolares (...) a lo que podríamos estar hablando de que la SEP está mandando y rotando agresores entre escuelas”, mencionó Gabriela.
A pesar de que el informe de la ODI es uno de los primeros en abordar de forma tan exhaustiva esta problemática, la falta de cifras oficiales y de investigación por parte de las autoridades hace imposible conocer el alcance total de estos abusos en las infancias mexicanas.
“No podemos saber cuántos casos existen en realidad porque no se está investigando; la falta de homologación entre los expedientes judiciales y la SEP oculta la dimensión real de este problema”, mencionaron.
México el lugar más inseguro para las infancias
Ante un país que ocupa el primer lugar a nivel mundial en producción de material de explotación sexual infantil, un puesto que pone en evidencia la gravedad del contexto en el que se desarrollan estos crímenes, el informe de la ODI se enfrenta a múltiples obstáculos para obtener cifras precisas, dado que las investigaciones internas de la SEP y otras dependencias no solo son limitadas, sino que también se ocultan deliberadamente al público.
Por otro lado la experiencia de las familias que han tratado de denunciar estos delitos revela una red de obstáculos y revictimización institucional, ya que una de las barreras más significativas proviene de la propia Secretaría de Educación Pública (SEP), que, según Gabriela, esta dependencia ha intervenido en múltiples ocasiones para evitar que los casos lleguen a conocimiento público o judicial.
“La SEP se ha visto involucrada en ejercicios de tratar de mediar con las víctimas y con las familias para que esta información no llegue ni a las autoridades ni a la prensa”, declaró.
Asimismo, las familias de las pequeñas víctimas no solo sufren omisión del gobierno, ya que “la sociedad no se quiere involucrar en esta conversación, no quiere escuchar,” por lo que los perjudicados “se quedan solos lidiando con las mismas consecuencias de una agresión”, además de que también se enfrentan a varios prejuicios.
Podcast alerta a padres de familia
Con la creación del podcast “Es un Secreto”, que nace tras el impacto del informe de la ODI y por que un amigo en común de los productores, Gabriela y Benjamín, “había considerado meter a su hija a una escuela que salía dentro de las investigadas”, busca alertar y prevenir a los padres de familia así como a la sociedad.
Gabriela y Bejamín, detallaron que el podcast “Es un secreto”, el cual estará disponible en cualquier plataforma digital como Youtube, Spotify y Amazon, se basará en el informe de la ODI, además de trabajar en conjunto con organizaciones dedicadas al bienestar de las infancias mexicanas.
“Nuestro deber como sociedad es proteger a los niños y las niñas, y no hace falta que tengamos hijos, sobrinos o sobrinas, los niños no tienen que estar relacionados con nosotros para que tengamos el deber de protegerles y creo que guardar un silencio cómplice es abonar a que un campo fértil en estos crímenes puedan seguir sucediendo”, señalaron.
También, los productores de “Es un secreto”, buscan que a través de la difusión de la información que los expertos compartan, como psicólogos, abogados y demás implicados en los casos de los niños que han sido víctimas, llegue “hasta la misma oficina de la presidencia”.