El programa de fotocívicas, implementado en 2019 en la Ciudad de México, ha generado críticas entre automovilistas debido a la complejidad y burocracia de su proceso de regularización. Este sistema penaliza las infracciones de tránsito con la pérdida de puntos en la matrícula del vehículo y sanciones como cursos en línea, presenciales y, en casos graves, trabajo comunitario.
De acuerdo con cifras oficiales, más de 23,500 conductores han participado en estas actividades desde el inicio del programa. El trabajo comunitario, obligatorio al perder seis puntos o más, representa el paso final para regularizar la situación.
Conductores denuncia burocracia en las fotocívicas
Sin embargo, los conductores denuncian que esta medida implica desafíos logísticos, como encontrar sedes disponibles, horarios adecuados y cumplir con labores como limpieza de áreas verdes o señalización en vías públicas.
Elizabeth Ponce, una automovilista sancionada, relató su experiencia tras acumular varias infracciones. El pasado 12 de noviembre, acudió al lugar asignado en la colonia Prado Churubusco para realizar su servicio comunitario, pero no encontró a nadie ni recibió información sobre el procedimiento. Ponce, quien tiene 10 citas más agendadas en el mismo lugar, expresó frustración ante la falta de organización.
Otro de los problemas reportados es el acceso al portal de la Secretaría de Movilidad (Semovi) para realizar los cursos en línea. Algunos automovilistas señalaron que el sitio presenta problemas de conexión, indicando que no es seguro, lo que dificulta el cumplimiento de las sanciones.
A pesar de las críticas, las autoridades capitalinas defienden el programa de fotocívicas, argumentando que su principal objetivo es fomentar una cultura vial responsable y reducir los accidentes de tránsito. Los conductores pueden consultar sus sanciones vigentes y los pasos para regularizarse a través del portal de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema).
