La tarde de este sábado 28 de diciembre un sismo sacudió Acapulco, Guerrero, con una magnitud preliminar de 4.0, según el reporte del Servicio Sismológico Nacional (SSN).
El epicentro del temblor se localizó a 13 kilómetros al noreste de la mencionada ciudad, a una profundidad de sólo 2 kilómetros.
Este movimiento telúrico representa el segundo temblor significativo en la zona, ya que el pasado miércoles 25 de diciembre se había registrado otro sismo de la misma intensidad en el puerto. Hasta el momento no se han reportado daños importantes tras este nuevo temblor.
¿Por qué no sonó la Alerta Sísmica?
El Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX), que opera bajo la supervisión del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (CIRES), detalla que los sismos en Guerrero tienden a propagarse hacia la costa, lo que provoca que las ondas sísmicas se atenúen. Como resultado, los sensores registraron magnitudes inferiores a 5 lleva a la conclusión de que no es necesario emitir alertas en las ciudades monitoreadas.
La red de SASMEX abarca un área que se extiende desde el Golfo de México hasta Jalisco, Morelia, la Ciudad de México, Toluca, Cuernavaca, Puebla, Chilpancingo y Oaxaca. Cuenta con 97 sensores de aceleración distribuidos a lo largo de la costa del Océano Pacífico, en áreas con historial de actividad sísmica.
¿Qué hacer en caso de un sismo?
La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México elaborado recomendaciones para cuando los habitantes de la capital del país se encuentren en medio de un sismo.
De esta manera, es importante:
- Identificar las zonas de menor riesgo en la casa, oficina o lugar en donde se encuentre de forma cotidiana.
- Elaborar un plan familiar en caso de necesitarlo, el cual incluye guardar documentos importantes en una mochila.
- Revisar las instalaciones de luz y gas.
- Alejarse de ventanas u objetos que puedan caer durante el movimiento y si se está en la vía pública, de postes de luz, cables y bardas.
Finalmente, cuando haya terminado el temblor, es importante revisar el inmueble en el que se encuentran para descartar daños estructurales, además de abstenerse de prender cerillos o velas hasta asegurarse que no se originó una fuga de gas.
