Este viernes 10 de enero de 2025, los habitantes de la Ciudad de México (CDMX) y algunas zonas del Estado de México se despertaron con un cielo cubierto por nubes de formas sorprendentes, que en redes sociales fueron denominadas como “nubes ‘ovni’”. Estas formaciones se iluminaron con los primeros destellos solares del amanecer, creando un espectáculo visual único.
Las nubes “ovni”, como las llaman los usuarios en internet, reciben este nombre debido a sus características inusuales. Se trata de nubes estacionarias que se forman en la troposfera y tienen una apariencia distintiva, similar a un lente o un platillo volador. Estas formaciones suelen generar un efecto visual muy llamativo debido a su simetría y la forma en que interactúan con la luz solar.
Este fenómeno meteorológico ocurre cuando el aire, al enfriarse durante su ascenso, alcanza su punto de saturación y forma las nubes al encontrarse con las montañas o estructuras elevadas.
Lo más sorprendente de este fenómeno es que las nubes “ovni” no solo aparecieron el 10 de enero de 2025, sino que también hicieron su aparición exactamente un año antes, el 10 de enero de 2024. Esta coincidencia ha generado gran curiosidad entre los habitantes de la Ciudad de México, quienes se han preguntado si este peculiar fenómeno podría ser una señal de un posible temblor en la capital.
Aunque en redes sociales circulan creencias de que las nubes “ovni” podrían ser un presagio de temblores o de la llegada de extraterrestres a la Tierra, estas afirmaciones carecen de fundamento científico. No existen pruebas que respalden tales teorías, por lo que podemos asegurar que este fenómeno no tiene ninguna relación con movimientos sísmicos en la zona donde se presenta.
Nubes ‘ovni’ no son lo que parecen
Hay muchas teorías sobre la aparición de las nubes ‘ovni’, aunque su nombre popular evoca imágenes de objetos voladores no identificados, su denominación científica es nubes lenticulares. Su presencia puede indicar que hay vientos fuertes o corrientes de aire que se mueven rápidamente a través del paisaje.
Es cierto que resulta curioso que estas nubes hayan aparecido en la misma fecha, el 10 de enero, por segundo año consecutivo, lo que ha alimentado las especulaciones. Sin embargo, no hay evidencia que sugiera que su presencia esté relacionada con fenómenos paranormales o sísmicos.
