Desde hace 14 años, Benilda Figueroa Viniegra es médica en el Hospital Rural de Guachochi en Chihuahua del Programa IMSS Bienestar, su labor se distingue por su calidez, calidad y además de eso otorga mayor confianza a sus pacientes al hablar en su lengua materna: el rarámuri.
La doctora Figueroa nació en el municipio de Guachochi, a su actividad profesional se suma la de cuatro traductores con los que el hospital de IMSS fortalece la comunicación con habitantes de las comunidades indígenas de esta región de la Sierra Tarahumara.
“Desde pequeña vi la necesidad de un médico indígena que se pudiera comunicarse directamente con los pacientes, dar las indicaciones más entendibles para el padecimiento y el tratamiento. Tengo 13 años en el Hospital de Guachochi como médico adscrito y la gente está muy contenta porque tienen a un médico indígena que habla la lengua, que se puede comunicar con ellos y que los entiende mejor”, destacó.
Benilda Figueroa Viniegra es la primera médica rarámuri de Chihuahua, sus compañeros de trabajo destacaron su dedicación y valentía para superar diversos desafíos y retos para lograr ser médico general y atender en las comunidades indígenas, cuyos habitantes tienen confianza en ella, tanto que llegan a recorrer muchos kilómetros para recibir atención en ese hospital.
Benilda Figueroa regresó a su comunidad
El contacto con la medicina lo tuvo desde niña, pues su mamá fue enfermera auxiliar en la Unidad Médica Rural de la Mesa, en la comunidad de Hierba Buena; su papá fue maestro supervisor del poblado de Yuquivo, ambos del municipio de Batopilas.
“El obstáculo más grande para finalizar mis estudios fue el tema económico, de donde vengo no teníamos el recurso suficiente para estudiar una carrera, pero con la ayuda de becas y el apoyo de mis papás, pude terminar”.
Benilda Figueroa Viniegra tiene dos publicaciones de investigación en la “Revista Médico Científica Facultad de Medicina del Siglo XXI de Ciencia y Arte”.
Egresó de la Facultad de Medicina y Ciencias Biomédicas de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), estudios que finalizó con la ilusión de regresar a su comunidad para brindar los servicios de salud.
Reconoció que es un reto hacer conciencia en la gente indígena para que entiendan y conozcan más de las enfermedades, a fin de que acudan a las clínicas y no sientan miedo de la atención que van a recibir.
“Estoy contenta en el lugar en el que estoy, agradezco la oportunidad que se me está dando de trabajar, de desarrollarme como profesionista, de ser intérprete, pero sobre todo de servir a los que más lo necesitan”.
