Sobre migración y corrupción, DW conversó en Bruselas con Virginia Laparra, exfiscal de Guatemala, quien tras estar en prisión tuvo que exiliarse."No nos mataron, pero todos estamos exiliados. Un estadio antes de la muerte, eso es el destierro”, dice a DW en Bruselas Virginia Laparra, exfiscal del Ministerio Público de Guatemala. La exmagistrada anticorrupción estuvo en prisión entre febrero de 2022 y enero de 2024 acusada de abuso de poder.
Laparra se suma a la decenas de jueces y fiscales con los que la Justicia guatemalteca, coludida con intereses ajenos a su labor, viene ajustando cuentas. Ante la inminencia de una nueva sentencia de prisión, Virginia Laparra decidió en julio de 2024 dejar el país.
"No les bastó con meterme dos años en prisión; como escarmiento eso habría sido suficiente para una abogada y madre que, como ellos me dijeron, se atrevió a ser fiscal. Tenían que desaparecerme, tenían que desaparecernos", denuncia Laparra.
Desterrados por expulsión
A diferencia de la mayoría de los operadores de justicia actualmente en el destierro, Virginia Laparra no está en Estados Unidos, desde donde han salido en los últimos días aviones con personas deportadas de regreso a Guatemala. "Llevo varios meses perteneciendo a ese grupo tan vulnerable que son los migrantes. La sensación de desarraigo y fragmentación en todos los aspectos de la vida -el económico, el social, el moral, el afectivo- es desgarradora: no tenemos tierra, no por elección, sino por expulsión”, dice la exfiscal en conversación con DW.
Durante su corta estancia en Bruselas, Virginia Laparra recalcó ante las instituciones europeas la importancia de no quitar la vista de Guatemala y de mantener la política de sanciones a personas que "socavan la democracia y el Estado de Derecho”.
Cabe recordar que en enero de 2024, la Unión Europea (UE) impuso sanciones a cinco funcionarios de la Fiscalía de Guatemala. Estos y bastantes otros constaban ya en la lista de actores corruptos y antidemocráticos (la lista Engel) del Departamento de Estado de Estados Unidos. A la exfiscal guatemalteca no le hace falta pensar mucho para nombrar a algunos que podrían engrosar la lista de los sancionados por la UE por socavar la democracia.
A la cabeza de la actual lista figura la fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras. "Es muy triste para mí, como mujer y guatemalteca, hablar de ella: es un monigote de gente con poder y se dedica a diario a martillar la única la columna que queda de una república llamada Guatemala: su presidente”, afirma Virginia Laparra.
"La corrupción mata”
Cabe recordar que, entre los operadores hoy en exilio, se encuentran algunos que ayudaron a destapar grandes casos de corrupción. Laparra sabe exactamente cómo han socavado la democracia. "Hacen daño a la sociedad, no solamente en Guatemala, sino donde estén”, responde "La corrupción mata”, agrega, y pone ejemplos:
"¿Cuánta gente ha muerto en accidentes de tránsito porque las carreteras no están construidas como se debe? Hay carreteras que existen en el papel, pero si vas a buscarlas, ves que no hay nada. ¿Cuánto dinero, también de fondos internacionales, se ha destinado a comprar materiales para escuelas que existen en el papel? Ve a buscarlas: no existen. ¿Cuánta gente ha muerto de hambre porque la asistencia internacional para catástrofes ha ido a parar a bolsillos de funcionarios corruptos? ¿Cuánta gente ha muerto porque las autoridades del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social decidieron comprar medicamentos que, en vez de curar, mataban a mi gente?, denuncia.
"Nosotros” y "los otros”
Cabe recordar que Guatemala, aparte de estar unida a la UE con un acuerdo comercial desde 2012, es receptor de fondos de cooperación europeos, Según información oficial, el país ha recibido más de mil millones de euros desde la firma de los acuerdos de paz. En ese marco, desde la UE se apoyó a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). Después de que esta comisión, bajo mandato de la ONU, acabara abruptamente sus labores (2019), la Fiscalía Especial Anti Corrupción (FECI) asumió en parte sus tareas.
De ahí parte la persecución a Virginia Laparra, que ejerció como fiscal de la FECI, y que pasó casi 24 meses en cárceles de alta seguridad. Su inocencia fue avalada por diversas instancias de la ONU y por organizaciones internacionales, como Amnistía Internacional. También la UE cuestionó su segunda sentencia. Pero, ¿por qué estuvo en prisión? Virginia Laparra responde esbozando una situación donde hay dos grandes bandos:
"Tanto la CICIG como la FECI teníamos la obligación de detectar, en acciones cometidas, situaciones de corrupción, para luego dar ejemplos y poder prevenir y asegurar la no repetición -sin establecer un Estado de terror- para lograr poner en práctica buenas políticas de desarrollo. En nuestra investigación, nosotros nos encontramos con funcionarios que llegaron a su puesto comprándolo y que no tienen la menor capacidad para ejercerlo ni la menor intención de hacer lo que les tocaría. Ellos, los otros, los que habían actuado en un nivel por encima de la ley, son personas que quieren tener al país sumido en la ignorancia, imponiéndose en puestos para -hoy queda claro- reprimir y retorcer la justicia Pero nosotros demostramos que las cosas se pueden hacer bien, que los cargos públicos son para servir, no para servirse”.
Movimiento internacional
Virginia Laparra conversa con DW justamente en un momento en que, tanto desde Guatemala se obliga a más operadores de justicia a optar por la salida del país, como desde Washington se expulsa a migrantes, muchos de ese país centroamericano, que han llegado a América del Norte buscando refugio, también por desplazamiento forzado.
La exmagistrada ve coincidencias entre los países que exportan migrantes. "Mi lectura es que no les es posible dar cabida a la idea de que el estudio, la ética y los valores son requisitos para la construcción de sociedades que funcionen. Esto es generalizado. En Venezuela ¿a quiénes han sacado? En Nicaragua ¿a quiénes han expulsado del país? ¿A nosotros por qué nos han sacado? Por ser las voces disidentes. ¿En Estados Unidos? Se trata de una acción generalizada para mantener su equilibrio eliminando a todo aquel que se opone de manera concreta y no baja la cabeza”, afirma Virginia Laparra.
Como fuere, ante esta incierta situación, la exfiscal guatemalteca emite un exhorto a la UE y a sus países miembros: "No se olviden de nosotros, de los que aún están en prisión. También de que hay muchos exiliados en Estados Unidos. No sé si mañana tendrán que salir de allá. Si fuera así, que por favor los reciban. Nos estamos quedando sin lugar en el mundo”, concluye.
(cp)