"El papa Francisco es una de las figuras más importantes que representa a los argentinos a nivel mundial, incluso por fuera de los límites de la iglesia”, aseguran expertos."Recuerdo perfectamente el día que eligieron Papa a Francisco”, dice Silvia, profesora del barrio porteño de Belgrano, a DW. "Estaba trabajando con mi computadora. Escuché que había fumata blanca y corrí al televisor. Cuando escuché "Jorge Bergoglio” me puse a gritar: ¡es argentino!
Es difícil encontrar un argentino o argentina que, como ella, no recuerde exactamente qué estaba haciendo y dónde en ese momento, allá por marzo de 2013. La proclamación del Santo Padre argentino se vive en el país sudamericano como un logro nacional, con orgullo y una gran identificación.
El Papa de todos
Se lo respeta y mucho, en este país de amplia tradición católica: "El Santo Padre Francisco desde que comenzó su papado me demostró que representa a Dios en la tierra, pero demuestra a cada paso su humanidad”, comparte Carlos, del bonaerense barrio de Parque Leloir, ante este medio.
Y se lo siente cercano: "Tiene mi edad y los mismos recuerdos maravillosos del San Lorenzo de 1946, que, por lo visto, ha ido a la cancha en aquella época como iba yo”, apunta Carlos.
Hoy, con su salud endeble, los buenos deseos se multiplican aún más: "Rezo por él. Un orgullo tener un Papa argentino. Me apena si no puede visitarnos”, comparte Beatriz, del coqueto barrio porteño de Recoleta.
"Rezo por él, para que pueda seguir guiándonos”, cuenta Delia, de la localidad de José C. Paz, en el oeste del Gran Buenos Aires, a DW.
El Papa compatriota
"El papa Francisco es, indudablemente, una de las figuras más importantes que representa a los argentinos a nivel mundial, incluso por fuera de los límites de la iglesia”, asegura la teóloga Sabrina Marino en entrevista con DW.
"La idiosincrasia argentina hace que no importe cuál sea el puesto de liderazgo al que llegue un argentino, si es premio Nobel, si es un Papa, o un jugador de fútbol, como Messi o Maradona. Lo importante es que es un argentino que ha trascendido las fronteras de su terruño y es reconocido internacionalmente, entonces el argentino se va a identificar con ese otro connacional que ha tenido ese logro excepcional”, analiza, en el mismo sentido, el rabino Fishel Szlajen, en entrevista con DW.
"Tener un Papa compatriota significó mucho más de lo que nos podíamos imaginar”, sostiene Marino. "No solo habla nuestro idioma, también comparte nuestras costumbres y tradiciones. Muchos de nosotros hemos compartido misas, o incluso nos lo hemos cruzado en algún subte o colectivo”, refiere la también docente e investigadora de la Universidad del Salvador.
"La elección de Jorge Bergoglio como sumo pontífice supo visibilizar no solo a la Argentina, sino a toda la región de América latina y el Caribe”, puntualiza asimismo la académica argentina. "Se suele decir que es "un Papa del fin del mundo”, y esto tiene un peso contundente, porque resalta la idea de que el trono de Pedro hoy es ocupado por un representante de la más lejana periferia”, destaca.
El Papa, líder interreligioso
"Para quienes no profesamos la fe católica, el papa Francisco es un símbolo de compromiso ético y humanitario que trasciende fronteras religiosas”, asegura, por su parte, el rabino Szlajen. "Un claro ejemplo es su insistencia en cuidar a los migrantes y refugiados”, apunta.
"En encuentros interreligiosos organizados en Buenos Aires, donde líderes de la comunidad judía, musulmana, evangélica, católica y de otras confesiones hemos compartido experiencias y reflexiones, siempre se evidenció la capacidad del actual papa para tender puentes”, cuenta el líder religioso judío sobre reuniones de las que ha formado parte.
¿El Papa político?
"Tanto creyentes como no creyentes reconocen su autoridad como figura a nivel internacional, a veces coincidiendo con sus gestos y palabras, otras veces criticando su accionar”, admite la teóloga católica.
"Sus detractores suelen criticar diversas cuestiones respecto de su figura, como su supuesto progresismo en cuestiones morales o doctrinales o su 'politización', en referencia a sus aportes en temas sociales”, explica.
"La Iglesia católica ha sido históricamente una institución con mucho peso en la política nacional, con injerencia -más o menos explícita- en los diferentes poderes del Estado”, afirma, en el mismo sentido, la católica feminista Pate Palero, consultada por DW.
"Y el hecho de tener un referente argentino como autoridad en el plano internacional, lo dota a Francisco de cierta capacidad para, de alguna manera, avalar o vetar a las diferentes figuras políticas del país”, analiza la profesional a cargo de la dirección ejecutiva de la organización Católicas por el Derecho a Decidir-Argentina.
Si bien siguen "reclamando al Vaticano una actualización doctrinaria que reconozca la autonomía de las mujeres y les ofrezca lugares de decisión en igualdad”, admiten que "Francisco ha adoptado una postura de mayor escucha, sensibilidad y misericordia con estas temáticas”.
"Dejando de lado la objetividad y centrándome en mi realidad particular de ser mujer, argentina, laica y teóloga, con mucho orgullo me atrevo a decir que este es el mejor Papa que nos podía tocar”, afirma, en tanto, Marino desde la capital argentina, y sabe que es solo una de muchos que así lo ven en esa tierra del fin del mundo y más allá.
