Recientemente, el hallazgo de restos humanos en el Rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, ha generado una gran conmoción en las redes sociales y ha sido objeto de una intensa cobertura mediática.
A pesar del dolor y la tragedia que representa este descubrimiento para las víctimas y sus familias, algunos periodistas y figuras públicas no han pasado por alto la oportunidad de documentar su presencia en el lugar, lo que ha desatado una ola de críticas y cuestionamientos por parte de los internautas.
Una de las figuras más mencionadas en este contexto es la periodista Lourdes Mendoza, quien en sus redes sociales publicó una fotografía de sí misma justo antes de ingresar al Rancho Izaguirre. En la imagen, se muestra en una pose aparentemente casual, con un fondo que remite a la escena del hallazgo. Esta acción no pasó desapercibida para los usuarios de redes, quienes rápidamente señalaron lo que percibieron como un aprovechamiento del sufrimiento ajeno y un intento de capitalizar la tragedia.
Tras la publicación, muchos la interpretaron como una falta de respeto hacia las víctimas y las madres y padres buscadores, quienes incansablemente han trabajado para descubrir la verdad sobre los restos hallados en el rancho.
¿Aprovechamiento mediático y cobertura inapropiada?
La indignación de los internautas se intensificó al observar que este tipo de “selfies” y publicaciones no eran casos aislados, sino que reflejaban una tendencia entre algunos miembros de los medios, quienes parecían tratar el lugar del hallazgo casi como una atracción turística.
El contraste entre el dolor de las familias afectadas y la manera en que algunos periodistas mostraban el sitio con desdén, generó una ola de críticas hacia el tratamiento del caso.
¿Qué pasó en Teuchitlán, Jalisco?
Recientemente, se compartieron videos que documentan los trabajos de excavación en el Rancho Izaguirre. En estos materiales, se muestra el proceso mediante el cual los peritos y el personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) encontraron cubetas llenas de huesos y restos óseos calcinados, lo que confirma que los restos hallados no eran parte de un simple accidente o evento aislado, sino un acto sistemático y deliberado de violencia. La organización destacó que estos no eran “hornos comunes”, sino crematorios construidos con ladrillos y piedras, lo que reforzaba la gravedad de los hallazgos.
En ese sentido, la organización Guerreros Buscadores de Jalisco dejó en claro que este caso no era un montaje ni una invención, sino una cruda realidad que debía ser expuesta y comprendida en su totalidad. En su mensaje, también se hizo un llamado a la Fiscalía General de la República (FGR) para que tome en cuenta los videos como prueba del lugar donde se encontraron los restos, con el objetivo de asegurar que se haga justicia por las víctimas. Además, la organización solicitó la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para supervisar la investigación y garantizar la protección de los derechos de las personas involucradas en la búsqueda.
