La madre buscadora María de Jesús Solís, integrante del Colectivo Luz de Esperanza, reveló durante un foro sobre desaparecidos en la Cámara de Diputados, en San Lázaro, que su hijo, quien sobrevivió a un campo de exterminio similar al Rancho Izaguirre de Teuchitlán, Jalisco, admitió haber sido testigo de actos de canibalismo. Después fue desaparecido por negarse a regresar.
Horrores del Rancho Izaguirre son reales; afirma madre buscadora
Durante su intervención, Solís aseguró que los horrores que se conocen del Rancho Izaguirre, un campo de exterminio vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), son reales, pues su hijo fue una de las víctimas que sobrevivió a lo que ella describe como una “escuelita del terror” dirigida por estos criminales.
“Es real. Mi hijo dijo que los obligaban a comer carne humana. Lo que cuentan es cierto. Les decían: ‘Aquí vienes a esto, hijo de tus tantas, ¿se quieren ir?‘, y los que intentaban huir recibían un balazo en la espalda. Los obligaban a matarse entre ellos. Sí, los obligaban a matarse entre ellos”, relató María de Jesús Solís..
“Los obligaban a comer carne humana”: María de Jesús Solís
En una entrevista con el periodista Luis Cárdenas para MVS Noticias, la madre detalló lo que vivió su hijo en un lugar similar al Rancho Izaguirre, confirmando los relatos previos de Ceci Flores, madre buscadora de Sonora, quien había denunciado el canibalismo en estos campos semanas atrás.
“Mi hijo estuvo en una de estas ‘escuelitas del terror’. Él regresó con vida de ese lugar, pero nunca volvió a ser el mismo. Nos contó lo que está sucediendo en estos campos: los obligan a matarse entre ellos, a comer carne humana. Si intentas regresar, te matan en el acto, y los cuerpos quedan ahí. Te obligan a deshacerte de los cuerpos porque, según ellos, ‘sin cuerpo no hay delito‘”, explicó Solís.
La madre explicó que su hijo había sido engañado para acudir a trabajar como albañil en una obra en Puerto Vallarta, y fue trasladado junto a otros jóvenes en un taxi de aplicación. A partir de ese momento, el teléfono de su hijo dejó de funcionar, y nadie pudo contactarlo. Fueron tres meses de incertidumbre durante los cuales el joven fue reclutado para este entrenamiento en una “escuelita del terror”.
Hijo de madre buscadora desapareció luego de no querer regresar a campo de exterminio
“Lo engañaron. Lo invitaron a trabajar como albañil, pero cuando llegó a ese lugar, su celular dejó de funcionar. Nunca había estado fuera de cobertura. Durante todo ese tiempo, cuando marcábamos, alguien respondía, pero no decían nada. Estuvo tres meses en ese lugar, entrenando para la ‘escuelita del terror’. Después de esos tres meses, regresó a casa, me saludó y me dijo que lo mandaban a despedirse de la familia para siempre. Ya no quería regresar”, relató Solís.
Tras su regreso, el joven comenzó a recibir amenazas telefónicas, incluyendo fotos de las golpizas que había sufrido en el campo de exterminio. A pesar de los intentos de coerción para que regresara, el joven se negó.
“Le enviaban amenazas, fotos de cómo lo habían golpeado, cómo lo dejaron después de las golpizas, todo para que volviera, pero él ya no quiso regresar. Luego desapareció a solo cinco cuadras de mi casa”, agregó la madre.
El hijo de María de Jesús Solís fue reclutado en 2017, tras haber logrado escapar de uno de estos campos de exterminio. Fue en ese momento cuando le reveló a su madre las atrocidades que se cometían en esos lugares, como el Rancho Izaguirre. Lamentablemente, el joven volvió a ser secuestrado en 2020, junto a dos mujeres trans, por un comando armado; desde entonces, no se sabe nada de él.