El Colegio Cardenalicio se encargará de realizar el cónclave para elegir al nuevo jefe de Estado del Vaticano en caso de la renuncia o fallecimiento del papa Francisco; ese consejo está compuesto por todos los cardenales de la Iglesia católica, en el que se lleva a cabo un solemne ritual bajo protocolos muy estrictos.
A lo largo del Siglo XXI, se han realizado tres cónclaves, el primero en 2005 por la muerte de Karol Wojtyla, más conocido como Juan Pablo II; el segundo en 2013, debido a la renuncia de Joseph Ratzinger, conocido como el Papa Benedicto XVI, el tercero este 2025 por el deceso de Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco.
Aunque todos los cardenales son convocados a Roma, solo pueden votar los menores de 80 años, previa asistencia a una misa en la Basílica de San Pedro.
Después se reúnen en la Capilla Sixtina para una segunda misa en la que los cardenales mayores de 80 años abandonen el recinto e inicie el cónclave, las puertas se cierran y los cardenales con derecho a voto quedan aislados.
El proceso puede prolongarse por varios días, pero se establece que solo se pueden hacer cuatro votaciones diarias: dos por la mañana y dos por la noche en papeletas que tienen impresa la frase “Elijo como Sumo Pontífice a”.
“Nueve de los cardenales son elegidos al azar, tres de ellos como escrutadores, tres como ‘infirmarii’, cuya labor es ir con la urna hasta los aposentos de los cardenales enfermos, en caso de que los haya, para facilitarles la votación, otros tres como revisores, para asegurar que el proceso es llevado a cabo con toda claridad”, destaca una publicación de National Geographic.
Una vez que los cardenales depositan su voto, los escrutadores comienzan a contarlos, gana quien tenga dos tercios más uno de todos los sufragios, pero si tras una treintena de votaciones nadie ha obtenido este resultado, entonces el candidato solamente tendría que obtener una mayoría absoluta.
Cada proceso de votación se anuncia por medio de una chimenea en la Capilla Sixtina, si el humo e negro, significa que no ha sido elegido ningún candidato, pero si el humo que sale es blanco, significa que se designó al nuevo Papa.