La “chavacana mayor” Mariana Rodríguez no se conformó con el rol convencional de primera dama de Nuevo León a la sombra de su esposo, sino que ella ha brillado con luz propia y lo ha hecho en un intenso “fosfo fosfo”.
La esposa del gobernador, Samuel García y titular de la oficina Amar a Nuevo León, ha destacado por su labor con los menores del DIF Capullos, por su amor a los animales, por contactar a figuras para realizar donativos para su labor altruista y su solidaridad con los niños con cáncer.
La influencer mexicana, que tiene 2.2 millones de seguidores en Instagram, se ha convertido en un referente, a tal punto que las redes sociales la comparan con una moderna “Lady Di”.
Esta Navidad, Rodríguez se encargó de supervisar personalmente la celebración para los menores de Capullos y hasta cargó y ordenó los regalos que recibieron.
Antes, sorprendió cuando se cortó su larga cabellera en solidaridad con un niño que padece cáncer y que estaba perdiendo su cabello a causa de las quimioterapias.
A diferencia de las primeras damas anteriores, continuamente, tiene encima los reflectores y las redes sociales son sus grandes aliadas para esto.
Por su parte, el mandatario estatal la deja ser y reiteradamente le expresa su admiración y respeto por la labor que realiza.