A los 15 años, Hernán “N” se inició en el consumo de las drogas porque unos amigos lo invitaron y cuatro años después lucha con su dependencia porque según sus propias palabras es difícil salir de ese mundo.
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“Unos chavos de la escuela me invitaron a fumar mota y de ahí le entré a otras drogas más duras, robé y estuve a punto de morir un día por una sobredosis y como salí adelante le prometí a Dios y a mi madre que dejaría los vicios y ahora luchó un día a la vez”, aseguró el joven avecinado en Monterrey.
Datos de la Secretaría de Seguridad Pública de Nuevo León establecen que las metanfetaminas, el cannabis y el crack son las drogas más consumidas en el estado y son los jóvenes el mayor mercado.
Hasta hace pocos años, las metanfetaminas no figuraban en los hábitos de consumo; sin embargo, ahora son las de mayor demanda y las dos razones principales son el precio, la potencia y el efecto adictivo que genera.
A partir del primer semestre de 2016 es cuando se disparó el consumo de las metanfetaminas en la entidad, revelan los datos de la SSPNL.
Además, México es el sexto país del mundo donde más metanfetaminas o precursores químicos se incautan, sólo detrás de Estados Unidos, Malasia, Myanmar, China e Irán, según el Último Reporte Mundial de Drogas de Naciones Unidas
Actualmente, en Nuevo León el mercado de consumidores de drogas suma más de 300 mil personas.
“Las drogas afectan el sistema nervioso y neurológico de las personas. En el caso de las metanfetaminas hay reacciones inmediatas como aumento del tiempo de vigilia, aumento de la actividad física y disminución del apetito, entre otras cosas”, señaló el psicólogo César Garza.
El uso prolongado puede ocasionar un colapso cardiovascular y la muerte, por consiguiente.
En su oportunidad, el ahora ex secretario de Seguridad Pública de Nuevo León, Aldo Fasci Zuazua, alertó que las metanfetaminas y el fentanilo “enganchan” a los jóvenes por su alto nivel de adicción.
También aseguró que el consumo de drogas entre los jóvenes mantiene al crimen organizado y es el detonante de la violencia en las calles porque 7 de cada 10 homicidios están relacionados con el consumo o la venta al menudeo de estupefacientes.
Cifras del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de las Adicciones (SISVEA) señalan que las personas más afectadas por el consumo oscilan entre los 15 y 19 años.
