El Teatro Calderón, el único espacio cultural en su tipo, ubicado en el Centro de Monterrey, está a unas semanas de reabrir sus puertas tras una nueva remodelación.
La rehabilitación del inmueble, ubicado en Avenida Juárez y Tapia, lleva un 80% de avance, expresó Guillermo Hernández, secretario de Infraestructura Sostenible del Gobierno de Monterrey.
“Vamos bien en tiempo, incluso esperamos concluir antes de la fecha contratada”, afirmó el funcionario municipal.
Hernández destacó que es una obra muy importante ya que era un espacio descuidado.
“Y era muy, muy demandado por la sociedad civil para el tema teatral. Sí es una gran inversión porque estamos metiendo ingenierías de primer nivel teatral, iluminación y sonido”.
Hernández indicó que esperan reinaugurar el Calderón a finales de agosto o principios de septiembre.
“Con obra de teatro importante, va a tener otro espacio el municipio para eventos”.
A punto de llegar a los 60
El Teatro Calderón es un espacio cultural del Ayuntamiento de Monterrey y fue inaugurado el 20 de septiembre de 1964 por lo que está por cumplir 60 años.
Antes de la remodelación tenía 352 localidades: 152 de luneta y 200 de segundo nivel.
Su escenario es tipo italiano de 10 metros de ancho y siete metros de alto.
Tiene un foso para orquesta y dos camerinos ubicados debajo de los foros laterales, con capacidad para ocho personas, equipados con sanitarios y regadera.
Aunque durante los años 70 albergó obras importantes, especialmente con elencos de CDMX, su decadencia comenzó a partir de los 90, en parte por la peligrosidad de la zona.
La Avenida Juárez en su cruce con Tapia se convirtió en un área peligrosa por la gran cantidad de asaltos.
Otro hecho que jugó en contra del teatro fue la falta de estacionamiento por lo que poco a poco el espacio fue perdiendo interés de las compañías hasta que quedó relegado como un lugar para graduaciones de las primarias y secundarias de los alrededores.
La anterior remodelación (cuarta hasta ese entonces) fue en 2018. Sin embargo al poco tiempo volvió a quedar en el olvido.
En los últimos tiempos la fachada lucía con grafiti y la entrada llena de basura.
