Ante la falta de acuerdos en el Congreso local para la aprobación del Paquete Fiscal 2025, el Gobierno de Nuevo León, encabezado por Samuel García, implementó por segunda ocasión la figura de reconducción presupuestaria, utilizando el presupuesto del Ejercicio Fiscal 2023 como base para operar durante el año en curso.
El documento, firmado por el gobernador el pasado 20 de diciembre, fue publicado oficialmente esta mañana, reiterando que la reconducción se aplica como una medida constitucional para garantizar el funcionamiento del Estado en ausencia de un presupuesto aprobado. Según lo señalado, la prórroga del presupuesto anterior busca evitar la parálisis económica y administrativa.
Un presupuesto reducido y sin acceso a deuda
La reconducción fija un gasto total de 140 mil 37 millones de pesos, cifra inferior a los 152 mil millones que el Ejecutivo estatal propuso para 2025. Esto significa que el Estado no podrá acceder a los recursos de endeudamiento que había solicitado, estimados entre 5 mil y 15 mil millones de pesos.
A pesar de esta limitación, el gobierno estatal aseguró que los recursos asignados en 2023 permitirán la continuidad de obras emblemáticas como las Líneas 4 y 6 del Metro, así como diversos proyectos carreteros. No obstante, la oposición ha advertido sobre posibles retrasos o afectaciones en estas iniciativas debido a la insuficiencia presupuestal.
Respaldo constitucional y precedentes en otras entidades
El proyecto subraya que la figura de la reconducción ha sido validada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y utilizada en otras entidades federativas en situaciones similares, destacando su papel como solución temporal en casos de desacuerdo legislativo.
Próximo capítulo en el Congreso
El Congreso local retomará actividades el próximo miércoles 8 de enero, con una sesión de la diputación permanente, donde se prevé que se notifique oficialmente sobre la reconducción presupuestaria. Esto podría abrir la puerta a un nuevo análisis del Paquete Fiscal 2025, en busca de un acuerdo que permita la actualización del presupuesto estatal.
Mientras tanto, Nuevo León enfrentará los retos de operar con un presupuesto de hace dos años, en un contexto de crecientes demandas sociales y proyectos de infraestructura que requieren financiamiento inmediato.
